El sector empresarial ecuatoriano dice que no sentira el incentivo de la nueva ley
No fue el único país en la región, pero sí el de peor desempeño. En términos de competitividad, Le quedó grande el nombre, al menos para los empresarios. La Ley orgánica de incentivos tributarios para varios sectores productivos pasó dos debates en la
Le quedó grande el nombre, al menos para los empresarios. La Ley orgánica de incentivos tributarios para varios sectores productivos pasó dos debates en la Asamblea y un veto parcial del presidente Rafael Correa y aún no convence al sector privado.
Las cámaras empresariales esperaban que el veto del Ejecutivo, por ejemplo, incluya la eliminación del impuesto mínimo. Ese tributo, según datos de la Cámara de Industrias y Producción, fue cobrado a 8.495 empresas, en 2014. De esas, 3.000 registraron pérdidas. Una situación que Richard Martínez, presidente del gremio, considera injusta.
Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador, es más crítico. Para él, una norma que proponía beneficios para el sector privado en un año difícil debía contemplar a más de un sector. En el texto, hay incentivos para transportistas, pero no para los textileros, camaroneros, comerciantes, industriales, bananeros, entre otros.
Díaz cuestiona que la mayoría de pedidos que se hicieron en la Comisión de Régimen Económico, que tramitó el proyecto de ley en la Asamblea, hayan quedado en el aire. Él recuerda que el Comité Empresarial Ecuatoriano llevó una propuesta concreta.
El grupo propuso que se difiera el pago del Anticipo del Impuesto a la Renta. El pedido no tuvo respaldo.
La Cámara de Comercio de Guayaquil hizo observaciones que tampoco tuvieron eco. Sus representantes solicitaron eliminar el Anticipo porque se cobra sobre supuestos que, en las condiciones actuales, son imposibles de acertar.
Virgilio Hernández, presidente de la Comisión, no está de acuerdo. Durante el segundo debate dijo que el proyecto sí recoge los pedidos de los gremios productivos. Citó como ejemplo la devolución del pago del impuesto mínimo o pagado en exceso, “cuando supere el rango establecido por el Servicio de Rentas Internas (SRI)”.
Aunque a medias, los empresarios reconocen algunos puntos a favor. En el veto parcial que hizo Rafael Correa, dicen los voceros, se trata de manera igualitaria a todas las personas jurídicas. Eso es positivo.
Se refieren a la deducción de impuestos para las empresas que contraten medicina prepagada para sus empleados. En la ley se diferenciaba una deducción de 50 % para grandes empresas y de 100 % para pequeñas y medianas. El veto hace que todos reciban un 100 %.
Díaz considera que es positivo el cambio pero reconoce que con las dificultades económicas que atraviesan las empresas, es poco probable que se animen por contratar un nuevo seguro cuando ya aportan al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). JMF