Lugar. Los allegados colocaron velas alrededor de la escena del crimen.

Salio de prision para tropezar con la muerte

Dos sujetos en moto saludaron a la víctima y luego le dispararon

A inicios de marzo, Junior Aquiles Méndez Torres, de 35 años, salió de la prisión tras ser absuelto de un juicio por tráfico de drogas; y regresó a su barriada, en el bloque 1 de Bastión Popular, en el norte de Guayaquil. Dos meses después, encontró la muerte a veinte metros de su casa.

Cerca de las 22:00 del lunes, el hombre fue baleado afuera de una panadería del sector, ubicada en la manzana 591, a donde llegó en una motocicleta junto con otros dos sujetos, quienes luego se retiraron. Enseguida llegaron otros dos, en un vehículo similar. Uno de ellos, un flaco alto, de aproximadamente 25 años y de tez trigueña, le disparó.

“Ellos y la víctima se conocían, porque se saludaron y cuando él les dio la espalda, uno empezó a dispararle. Después huyeron en la moto”, detalló el fiscal Wilson Álvarez, de la Unidad de Flagrancia.

El funcionario confirmó que el suceso “no se trató de un robo, porque Méndez Torres tenía sus pertenencias. El objetivo, al parecer, era atentar directamente contra su vida”.

La madre de Junior Aquiles estaba en la sala de su casa y también se percató del suceso, según consta en la denuncia que asentó en la Fiscalía.

“Me asomo a la ventana y veo a mi hijo tendido en la vereda, con bastante sangre (...) Tenía varios disparos en el abdomen, en el pecho y a la altura del corazón”, añadió la señora en el documento. También anotó que el teléfono celular del fallecido desapareció.

Aún herido, Méndez fue trasladado al hospital Universitario por unos amigos y familiares, pero en el trayecto falleció, acotó el fiscal. Tras el crimen, los allegados a la víctima colocaron diez velas en el lugar de la escena.

SCM