El poder sin salida

Tres aspectos en el manejo gubernamental resaltan como indudables fallas: la incapacidad para afrontar la crisis económica, el desatinado manejo de la situación producida por el sismo del 16 de abril, y otro, transversal, la dudosa administración de los recursos del Estado.

El listado de denuncias sobre casos de corrupción desde el poder, es largo. Se han dado oscuros procedimientos en el otorgamiento de contratos en diversas áreas, en el funcionamiento de instituciones como la Policía Nacional y, sobre todo, en el área petrolera, donde se mueven enormes cantidades de dólares. Este panorama se va convirtiendo en un “barrido” que tiende a generalizarse como eje de la preocupación ciudadana.

Cuando el economista Correa pretende crear hechos que le restituyan su protagonismo, consigue más bien que la gente lo identifique como la figura central del drama, repleto de tonos grises y olores pesados. Si dispone que su secretario jurídico encabece el equipo encargado de conseguir la culpabilidad de Alex Bravo, y él mismo asume el papel de “puntillero”, aseverando que no ha conocido al suertudo personaje, de manera inmediata las redes sociales difunden comentarios y fotos en las que se lo ve muy cerca de aquel, en momentos de camaradería y “compañerismo revolucionario”. Y, claro, la ciudadanía se hace, respecto de esto, preguntas que giran en torno a ¿cómo es posible que el titular de Petroecuador, que manejó decenas de miles de millones de dólares, y entregó innumerables contratos “a dedo” en la refinería de Esmeraldas no sea identificado por su jefe?

La simple operación colectiva de preguntarse los pormenores del singular evento lleva al curioso, que se multiplica por montones, a colegir que las expresiones presidenciales son forzadas, truculentas y, lo peor, no son creíbles en lo absoluto.

Es obvio que la seriedad de la palabra del líder de la “revolución ciudadana” se desbarata a pasos agigantados, y que cualquier intento por endosar votos en favor de su “tapado”, más bien le podría resultar un disparo al revés.

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