Cálculos. Activistas colocan imágenes de los diputados que están a favor y en contra del juicio político, frente a la sede del Congreso en Brasilia.

Rousseff enfrenta pruebas decisivas

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, enfrenta esta semana una verdadera prueba de fuego, con dos votaciones decisivas, en sus esfuerzos para impedir que el Congreso le abra un impeachment con fines destituyentes.

Una comisión de 65 parlamentarios dirá hoy si aprueba un informe que recomienda entablarle un proceso de juicio político, por presunta manipulación de las cuentas públicas.

Cualquiera sea su decisión, esta será sometida al voto de un plenario de la Cámara, tras debates que deberían iniciarse el viernes y concluir el domingo.

Si los diputados aprueban una eventual moción de destitución por una mayoría de dos tercios (342 sobre un total de 513), el proceso seguirá hasta el Senado. En caso de que este lo vote afirmativamente, Rousseff sería separada de su cargo por un máximo de 180 días, en espera de que la propia cámara alta emita su veredicto definitivo. De momento, ninguno de los dos bandos tiene garantizado los votos suficientes, pues unos 120 diputados se muestran aún indecisos o se niegan a revelar sus intenciones, según informes de prensa.