Rosita Wila se desenvuelve entre los arrullos y alabaos en su provincia.

Rosita Wila representa la oralidad afro

El Municipio de Esmeraldas prepara un gran homenaje a una de las mujeres más representativas de la cultura ancestral afro esmeraldeña, la cantante de arrullos y chigualos Rosa Wila, quien se muestra contenta con el homenaje que va a recibir.

El Municipio de Esmeraldas prepara un gran homenaje a una de las mujeres más representativas de la cultura ancestral afro esmeraldeña, la cantante de arrullos y chigualos Rosa Wila, quien se muestra contenta con el homenaje que va a recibir.

Uno de los motivos para el homenaje a esta representante de la oralidad esmeraldeña es celebrar sus 80 años de vida.

El acto, inicialmente, está programado para el próximo 7 de agosto en el malecón del regenerado balneario de Las Palmas.

A Rosa Wila no solo se le celebrará su cumpleaños. Ese día se le entregará un retrato de ella pintado al óleo, una placa de reconocimiento por su aporte a la cultura esmeraldeña y un premio económico.

Pese a su edad, Wila maneja una apretada agenda de presentaciones. Tiene copado su tiempo hasta el próximo mes de agosto. Practica diariamente junto a su agrupación La Voz del Niño Dios.

Muestra orgullosa una foto en la que aparece al lado de Papá Roncón. Dice que la imagen fue captada en Alemania, en una de las tantas giras que ha realizado. “De mis 80 años de vida, por lo menos 60 los he dedicado a la cultura. La llevo en la sangre y es algo que nunca dejaré”, manifiesta la octogenaria artista.

Este mes de julio se hará el lanzamiento de un libro que lleva su nombre, en el que se plasma la mayor parte de sus composiciones e interpretaciones. “A veces quisiera retirarme, pero no, mi mayor deseo es poder dejar mi legado musical a los jóvenes, enseñarles a los más pequeños para que no se pierda lo nuestro”, añade Wila.

Ella es oriunda de la comunidad Punta de Piedra, en la parroquia Borbón, cantón Eloy Alfaro, al norte de la provincia de Esmeraldas. Comenta que aparte de componer sus canciones, arrullos y chigualos, es una excelente exponente del arte culinario esmeraldeño. Sus platos favoritos son preparados tomando como base los mariscos y el coco.

Recuerda a su madre Juana Valencia, de quien heredó las recetas tradicionales para preparar el auténtico tapao esmeraldeño. Cocido con leña a fuego lento, este platillo es un caldo de pescado sazonado con montes nativos de la zona norte y con bastante plátano verde. (F) MT