Tiempo. Generalmente, el lavado de ropa de vestir es entregado en dos días dependiendo de la cantidad y el tipo de tratamiento que se requiera.

La ropa limpia resiste como negocio rentable

Las estrategias comerciales sostienen a las lavanderías. Las ganancias dependen de la ubicación. No se han encarecido

Enrique Cornejo tiene 70 años y todas las semanas religiosamente asiste a una lavandería en el centro de la urbe. A pesar de que tiene lavadora en casa, prefiere lavar sus camisas y ternos dentro de un establecimiento especializado. El gasto semanal es de alrededor de 20 dólares. Y para él, el cuidado de la ropa lo vale. “No tan solo es la lavada, sino que la ropa te la entregan planchada y en armador. Eso me ha permitido conservarla y ahorrar dinero”, asegura.

Para los empresarios el negocio de lavandería es rentable, porque muchos prefieren tratar la limpieza de su ropa fuera de casa.

Este mercado no pierde. El cuidado, la atención personalizada, y las estrategias comerciales son lo que ha mantenido a la clientela, a pesar de la recesión que afectó el año pasado a todos los comercios.

Hugo Osorio, gerente comercial de Martinizing en Ecuador, afirma a EXPRESO que la posición de la compañía es brindar la mejor atención y crear promociones para seguir creciendo.

“Actualmente, tenemos 27 locales en Guayaquil y una flota de vehículos para brindar la cobertura hacia todos los sectores. El tema de la ubicación es una de nuestras fortalezas más grandes, por eso siempre hacemos un estudio de mercado. Por ejemplo, en Samborondón tenemos un crecimiento netamente significativo por la distribución de la población. Otro sector es vía a la costa.

Para esta empresa que lleva alrededor de cincuenta años en el mercado, el aumento de clientes es de un 10 % anual y un 15 % en la recepción de prendas para lavado.

El año pasado, el terremoto en Manabí produjo una contracción en el mercado el primer semestre, no obstante el crecimiento se mantuvo.

“Nuestros clientes se vieron afectados emocionalmente en los primeros meses del año y hubo una contracción del gasto. Sin embargo, en el segundo semestre volvimos a la normalidad”.

Asimismo, Juan Carlos Naranjo, supervisor zonal de Lavanderías Ecuatorianas Le Blanc, manifiesta que el negocio se ha mantenido estable por la atención y el cuidado de las prendas. “Le Blanc lleva siete años en el mercado y lo que le ha permitido crecer es el trato personalizado con el cliente. Comenzamos con una sola sucursal, ahora tenemos cinco alrededor de todo el país. Tenemos un lavado especializado. Eso es lo que ha provocado que nos mantengamos firmes ante la competencia. Nuestros químicos son de primera clase y son sutiles con el medio ambiente. Actualmente, atendemos en nuestros dos establecimientos, en la Kennedy y vía a la costa alrededor de 100 a 200 personas semanalmente”. Para el vocero de esta compañía, los precios se han mantenido desde hace dos años y se han creado promociones para seguir beneficiando a los usuarios.

“A nosotros no nos han subido los químicos, es por eso que no podemos afectar al cliente. Más bien viendo la situación del país, nosotros hemos realizado promociones todos los días de la semana”.

Pero esta realidad no es la misma para las lavanderías populares. Marco Manosalvas, dueño de lavanderías Star Cleaners, lleva catorce años en el negocio de lavado de prendas de vestir y prendas de casa. Semanalmente atiende alrededor de 60 personas, algunas de ellas frecuentes y otras que los visitan esporádicamente. Para Manosalvas, el negocio tuvo un caída en ingresos debido a la situación económica de sus clientes. “Nosotros tenemos tres locales, y hemos tenido una baja en ingresos. Por ejemplo, en el sur las ventas bajaron un 25 % porque estamos en una zona residencial y las personas de clase media el año pasado perdieron el empleo. Eso nos afectó”.

Hugo Osorio, Gerente Comercial de Martinizing

“Esperamos seguir creciendo”

¿Por qué la crisis no ha tocado a los negocios de la lavandería?

Gracias a la diferencia con el lavado que hacemos en nuestra casa con una lavadora frente a nuestro sistema con agentes de limpieza, y con un proceso preocupado del cuidado de las prendas de ropa. Con eso, existe una mejora, de casi tres a uno, en el tiempo de duración de una prenda. Todo se debe a este tipo de cuidados al lavar y planchar.

¿Qué estrategia les ha permitido seguir creciendo en esta época?

Estamos ubicados en todos los centros comerciales. Actualmente tenemos 27 locales en la ciudad de Guayaquil y una flota de carros. Siempre buscamos crecer dependiendo de la distribución poblacional: realizamos un estudio de mercado y vemos si el local merece estar presente o no.

La compañía va a cumplir cincuenta años en el país y se mantiene estable...

Nos ayuda ser un aliado estratégico de nuestro cliente y mantener un precio acorde al mercado. Tenemos promociones cada día para una prenda puntual y eso le permite al cliente decidir qué día debe llevar cada tipo de prenda. Somos una de las primeras que comenzó con franquicias internacionales en el país en este servicio y seguimos creciendo porque nos movemos según la distribución poblacional.