Rony habló de cómo fueron sus inicios y cuál es esa etapa dolorosa que marcó su vida.

Rony Torres, el hombre detras de La Palominha

De niño siempre supo que quería ser humorista y estar junto a sus actores favoritos, ahora que lo logró, aún le cuesta creer que su sueño se haya hecho realidad.

Desde pequeño supo que lo que quería era hacer reír y codearse con los humoristas reconocidos cuyas obras su papá lo llevaba a ver al teatro. Aunque Rony Torres ha logrado hacer su sueño realidad, confiesa que todavía le cuesta creerlo, pues pensó que todo aquello sería inalcanzable. Su personaje bandera es La Palominha, un símil de la bailarina y presentadora brasileña Paloma Fiuza. Gracias a ella ha logrado presentarse en bares y teatros junto a Emerson Morocho y a Tomás Delgado. Aunque no le atrae la televisión, también estuvo en el programa PHD de Francisco Pinoargotti. En su red social Instagram sube vídeos en los que escenifica con humor la vida cotidiana permitiéndole llegar a miles de seguidores. Rony habló para DOMINGUERO de cómo fueron sus inicios y cuál es esa etapa dolorosa que marcó su vida y aún le cuesta superar.

¿De dónde nace tu afición por contar chistes?

Mi profesión es ser humorista. Siempre me gustó contar chistes en la escuela, pero lo imaginaba tan lejano, tan inalcanzable, que no era mi prioridad. Siempre me gustó el mundo artístico, el hecho de hacer reír.

Mucho antes de convertirte en humorista, trabajaste para una línea de buses y cortando el agua, ¿cómo logras entrar a la radio sin tener experiencia?

Entré por un tío que alquiló un espacio para un programa en radio Onda Positiva por el fin de semana y me metió ahí. Empecé imitando a Paloma Fiuza, era lo mejor que me salía.

Ahí sale La Palominha y fue un boom, tanto así que los seguidores apostaban a que era la original. Le gustó a la gente y me dijeron que me quedara toda la semana. La radio donde estoy es muy buena, hay mucha estabilidad laboral y me va bien. Estoy contento porque luego me dieron muchas oportunidades.

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Gracias a esas oportunidades es que te das a conocer.

Empecé los sábados en La chicha positiva, donde solo ponen música chichera. Luego uno de los programas estelares como es Camella con ritmo me llamó, les gusté y me quedé ahí de largo.

Localmente hay otras radios que también le apuestan al humor, ¿no has recibido propuestas?

He tenido propuestas, pero no me convencen porque hay radios que creen que uno vive por el nombre. Uno vive por lo que hace.

Aparte de La Palominha, ¿tienes otros personajes?

Tengo otros, aparte puedo hacer 15 voces.

¿Por qué hay que vestirse de mujer para hacer reír?

(Piensa) Imitaba a una mujer en radio que es La Palominha, luego salió la oportunidad de estar en TV. Me llevan a PHD con Francisco Pinoargotti, donde había un segmento cuenta chistes llamado HDP (Humor de pie), entonces no podía hablar como mujer y estar vestido como hombre porque no era radio, sino TV. Fue ahí donde tuve que a la fuerza ponerme vestido para estar en la pantalla.

Lo hiciste porque no te quedaba hacerlo de otra manera.

Sí, porque nunca en mi vida pensé vestirme así.

¿Si te quitas el vestido, crees que tu personaje tendría el mismo éxito?

Bueno, totalmente no... pero me siento más seguro con el disfraz. Puedo decir cualquier cosa porque no soy yo. Me siento una persona distinta, puedo decir lo que me dé la gana porque no es Rony, sino La Palominha. He encontrado el estilo de hacer un chiste agrio, igual te lo hago gracioso y la gente se ríe.

¿Quién te crea los chistes?

Hago todo. Realmente todo está creado, no hay nada nuevo. Lo mío son los chistes, pero en los bares ya no puedo hacerlos, porque la gente pide más. Tenía que evolucionar y ahí surgió la oportunidad de hacer monólogos y me gusta que la gente disfrute contándoles historias, anécdotas de la vida cotidiana y así surgieron las oportunidades.

Surgieron tanto que has hecho teatro junto a humoristas como Emerson Morocho, La Vecina, Tomás Delgado, que tienen renombre en las tablas.

Jamás lo imaginé, porque siempre iba con mi papá a ver a La Vecina, la contemplaba desde la silla del teatro. También íbamos a ver a Fernando Villao, iba porque me encantaba. Estaban los actores de la calle 9 de Octubre, toda esa camada de teatro, Las comadres, siempre los he admirado y ahora le doy gracias a Dios porque son mis amigos.

Para que Tomás Delgado te haya tomado en cuenta y permitido presentarte en su bar es porque realmente vio que tienes talento.

Debe ser que vio algo y de verdad le doy las gracias.

Te inspiraste en Paloma Fiuza para crear tu personaje, ¿Alguna vez te vio o te escuchó?

Creo que sí, porque en ese tiempo fue gente del programa VCT a ver quién hacía el personaje. Fueron a verme a la radio. Ella hablaba portugués y no podía llevar eso a la tarima. Así La Palominha fue tomando vida propia.

¿Los vestidos de La Palomiha son de tus hermanas?

(Risas) No, son míos. Jamás podría cambiarle el vestido, así está construido el personaje.

También tienes muchos seguidores en las redes sociales, gracias a que subes vídeos de los sketches que haces en la calle, ¿encontraste en instagram tu plataforma televisiva?

Me encanta hacer vídeos y siempre he dicho no hay TV, pero hay redes sociales. Los hago con amigos con quienes comparto el mismo anhelo. Los edito con una cámara que me compré. Los más exitosos han sido la diferencia de vivir en barrio y ciudadela; el bingo y cómo comprar en la Bahía en diciembre.

Cuando vas por la calle, ¿la gente te reconoce?

No, pero no me mata la idea. Si estoy como el personaje ahí sí. Mucha gente me escribe y me muestra su cariño, siempre les estaré agradecido.

Etapa dolorosa

Aunque han pasado tres años desde que su papá falleció en un accidente de tránsito, para Rony es un capítulo difícil y doloroso que aún no logra superar.

“Mi papá me acolitaba todo. Fue cantante en la CTE, tanto él como yo cantábamos en el grupo Urakán Tropical, también lo hizo con Joe Mayorga. Él me metió en esto, pero luego me retiré del grupo porque no me gustaba viajar donde hacía frío, no lo soporto, además de que la radio tampoco me permitía viajar”.

Recuerda que la orquesta regresaba de Cuenca, cuando el bus en el que viajaban cayó al vacío. “Murieron 4 personas. Fue horrible cuando me tocó reconocerlo. Esto es lo más duro que he vivido en mi vida y nada me podrá recuperar de ese impacto”, comentó a punto de quebrarse.