Plenario. Gabriela Rivadeneira, presidenta de la Asamblea, coloca a Cristina Fernández, expresidenta de Argentina, la medalla Manuela Sáenz.

Rivadeneira alaba a Cristina con un par de fallas numericas

No le importaron críticas ni la polémica. La presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, condecoró a la exmandataria argentina, Cristina Fernández.

No le importaron críticas ni la polémica. La presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira, condecoró a la exmandataria argentina, Cristina Fernández.

Ella está acusada de supuesta corrupción y tiene 419 causas, según la prensa de su país.

Las acusaciones, sin embargo, no tuvieron eco en el Legislativo. Ahí, ayer, había una enorme alfombra roja y una calle de honor de policías. Por ahí desfilaron Rivadeneira, vestida de blanco, y la militante del Partido Justicialista, que llevaba un traje beige.

Fernández se detuvo al frente de la bandera ecuatoriana en señal de respeto a este país, y luego entró al plenario.

El salón Nela Martínez estaba repleto pero solo de integrantes del oficialismo: funcionarios, ministros, asambleístas, cuerpo diplomático. Todos se levantaron para aplaudir a la primera mujer que fue presidenta de Argentina.

No asistió ningún parlamentario de la oposición, que condena la entrega de la medalla Manuela Sáenz a Fernández. “En todos los países hay corrupción. A Cristina la condecoran por el cambio que hizo en Argentina”, dijo Alejandro Carpio, del Partido Comunista de Manabí.

La titular de la Asamblea leyó en teleprompter un largo discurso, de 40 minutos. “Es un honor tener a Cristina Fernández en la Asamblea. Es una de las mujeres más destacadas en la región y el mundo. Ha tenido una visión integracionista y transformadora para promover oportunidades en la región”, dijo. También habló sobre las políticas sociales que desarrolló la abogada y empresaria argentina.

Rivadeneira repitió el discurso del presidente de la República, Rafael Correa, sobre el denominado Plan Cóndor y la restauración conservadora.

Terminó su ponencia entre aplausos y el grito: “Alerta, alerta que camina el antiimperialismo por América Latina”.

La ‘Canción con todos’, que solía cantar Mercedes Sosa, resonó antes de las palabras de la homenajeada. Ella y Rivadeneira tarareaban en la mesa directiva y un grupo de argentinos levantaba su bandera blanco y celeste.

Cristina de Kirchner tomó la palabra e hizo tres correcciones a las cifras de la presidenta de la Asamblea Nacional. “Debo corregirte Gabriela: el 97 % de los argentinos goza de seguro social, tuvimos un 5,9 % de desocupación e inauguramos 19 universidades”, explicó.

Ella no recibió la presea a nombre propio, sino de millones de personas de la patria grande, señaló.

La excongresista colombiana del Movimiento Poder Ciudadano Siglo XXI, Piedad Córdoba, subrayó: “esto es parte de la unidad de Latinoamérica. No veo problema con las acusaciones de supuesta corrupción. A mí me acusaron de terrorista y me quitaron los derechos ciudadanos. La prensa me juzgó”, comentó a este Diario.

Cristina salió del Parlamento y terminó su día en un almuerzo con el presidente Rafael Correa.

LAS CAUSAS JUDICIALES DE CRISTINA

Irregularidades

Tiene una causa por irregularidades en los contratos de divisas que hizo el Banco Central.

Contratos

La Justicia argentina investiga los contratos para obra pública que hizo con el colaborador y amigo de su esposo, Néstor Kirchner.

Patrimonio

Está acusada de ocultar su patrimonio, concesiones a sus dos hijos.

Coimas

La exmandataria también está acusada de cobrar coimas, a través de la empresa Los Sauces, de propiedad de su familia.

Conspirar

Está acusada de conspirar para desviar la atención sobre el atentado a una institución judía, que dejó 85 muertos.