Riesgos tecnologicos
El avance tecnológico está provocando logros impensados en el bienestar de la sociedad, pero también generando riesgos difíciles de aplacar, salvo echando mano de la propia tecnología. Hay amenazas que afectan a instituciones, pero también hay otras que vulneran a los seres humanos individualmente.
Hace pocos días, a fines de junio, Riviera Beach y Lake City, dos pequeñas ciudades de Florida, fueron extorsionadas por terroristas cibernéticos. A través de internet con enlaces maliciosos, los terroristas lograron acceder a los sistemas de dichas municipalidades, secuestrando los datos de sus sistemas operativos, y solicitando un rescate para devolverles los accesos. Los rescates fueron exigidos en bitcoines, por tanto imposibles de rastrear en el caso de ser pagados. Las compañías de seguros de ambas ciudades pagaron los rescates, los cuales ascendieron a más de $1 millón.
Este es simplemente un ejemplo de la capacidad que tienen grupos criminales para poner en jaque a una sociedad muy desarrollada, pudiendo haber puesto en riesgo por ejemplo a entidades bancarias, sistemas de energía, sistemas de control aéreo o complejos de salud. Imaginen si esto hubiera pasado secuestrando los datos de los depósitos de alguna entidad financiera en un país al sur de Colombia, el caos que se hubiera formado. Pero la tecnología en el fondo es una herramienta, y lo que se haga con ella depende de quién la use.
Hoy existe una seria preocupación por las consecuencias que el mal uso de la inteligencia artificial (IA) pueda tener en los derechos humanos elementales. China ha avanzado mucho en la introducción de sistemas de IA para el control de personas, incorporando en su plan piloto para cada persona lo que denominan un “puntaje social”. Es decir, el Estado valora el comportamiento de cada individuo -según sus estándares-, y si el puntaje no es “bueno”, el individuo puede verse limitado en acceder a ciertos trabajos, movilizarse a algunos lugares, etc. Esa tecnología aquí, en manos de algunos, tengo la duda de si empezarían a usarla para robar bancos o para controlar a los ciudadanos.
“...la capacidad que tienen grupos criminales para poner en jaque a una sociedad muy desarrollada es muy grande en este momento”.