Hecho. Nueve de veintidós casas se afectaron en Rancho Alegre, la lotización más cercana a la fábrica.

El riesgo por incendios en la industria vuelve al debate

En la periferia de la fábrica de procesamiento de alimentos Veconsa (kilómetro 24 de la vía a Daule), donde el martes un tanque de gas explotó y provocó un incendio en el lugar, los moradores están preocupados.

En la periferia de la fábrica de procesamiento de alimentos Veconsa (kilómetro 24 de la vía a Daule), donde el martes un tanque de gas explotó y provocó un incendio en el lugar, los moradores están preocupados. Temen que las industrias vecinas no estén tomando las medidas necesarias para prevenir este tipo de accidentes.

“Ellas dicen que están reguladas, que cumplen con todos los reglamentos. Yo les creo, pero cuestiono si su personal está totalmente capacitado para manipular ese tipo de sustancias con las que a diario trabajan”, precisa Zoraida Moreno, habitante de la cooperativa La Finca y una de las afectadas indirectas del siniestro.

Su casa está ubicada a un kilómetro de distancia de Veconsa y aun así perdió las ventanas. Nueve familias de la lotización Rancho Alegre, ubicada a 200 metros de la fábrica, perdieron tumbados y techos.

Para el jefe de los bomberos, Martín Cucalón, las industrias dispersas en la ciudad siempre serán un peligro para quienes vivan a su alrededor. Pero este se reduce si sus sistemas de seguridad, como en Veconsa, están operativos.

“Allí quedó demostrado que los sistemas contra incendios que el Cuerpo de Bomberos exige, por ejemplo, funcionaron conforme a lo estipulado”, aseguró Cucalón.

Con él coincidió Francisco Alarcón, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil. Aplaudió que no hubiera pérdidas humanas, algo que a su juicio fue posible porque tanto esta como el resto de industrias de la urbe están cumpliendo con las normas municipales a cabalidad.

“Las empresas pueden incumplir con algún permiso de funcionamiento, pero sin el de seguridad, otorgado por los bomberos, simplemente no se podría operar”, agregó.

Para Enrique Obando, docente de Ingeniería Industrial de la Universidad de Guayaquil, la ventaja de Veconsa es que está ubicada en un área no residencial. “Pero sí existen riesgos con fábricas e industrias que están en el perímetro urbano, que en algún momento fue industrial pero con los asentamientos humanos se convirtió en residencial”.

Entre los riesgos cita el de empresas que trabajan con químicos fáciles de propagar, como el amoniaco. O los de entidades que trabajan toda la noche o son muy ruidosas.

A su criterio, a todas estas compañías se les debería hacer un seguimiento, establecer un censo para ver cuáles están mal ubicadas (según el uso de suelo) para que encuentren otro lugar y regular los nuevos asentamientos para que tampoco las empresas se vean afectadas.