Entrevista a Ricardo Platt, presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción.

Ricardo Platt: “ Construir Para que si no se vende”

El presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción, sin negar las estadísticas de recesión del sector en el país, aportó una visión optimista y precisó que en Brasil o Venezuela el parón de obras es mayor.

- La construcción acumula trimestres con agigantadas tasas de decrecimiento. ¿Estamos peor que en la región?

- No. Brasil está peor. La trama de Odebrecht no es nueva, se arrastra desde hace más de un año y medio. La situación de incertidumbre paralizó el país meses antes de salir Dilma (Rousseff, la presidenta).

- Pero las cifras de Ecuador son muy negativas...

- Sí, pero el ambiente ha cambiado. Creo que, en realidad, hay una buena coyuntura en Ecuador con el nuevo Gobierno. Ya no hay un clima confrontacional como cuando vine hace dos años. Entonces no había apertura. Ahora, al país le conviene ayudar al nuevo régimen. No hay que creer a ciegas, pero tampoco desconfianza de entrada. Hay que tener un optimismo cauteloso. Me he reunido con el ministro (Paúl Granda, de Transporte y Obras Públicas) y he visto interés en escuchar. Si hay confianza y ganas de trabajar conjuntamente, sí hay opciones.

- ¿Qué consejos le ha dado?

- Que la corrupción se combate con transparencia y eso, en construcción, se traduce en que hay maneras para parametrizar las obras. Es decir, hay medidas para saber cuánto debe costar cada cosa y así ver si se utilizan bien los recursos. Pero hay que visibilizar la información.

- ¿Y para dinamizar el sector?

- Se debe entender que las alianzas público-privadas no solo son una fuente de dinero, sino que proporcionan una eficiencia tecnológica que solo tiene el sector privado. Y eso es necesario para las obras y para su mantenimiento. Las APP ayudan, pero no son la panacea a la falta de dinero. Es como acudir a los multilaterales (en busca de financiamiento), son una buena opción pero tampoco es la única. Sí dan ventaja porque imponen reglas incómodas sobre transparencia y número y eso garantiza el juego limpio.

- Los representantes en Ecuador están esperanzados en recuperar el ritmo con el plan de vivienda del Gobierno...

- Puede ser un impulso, pero no hay que olvidar que lo difícil no es construir viviendas, sino construir ciudad. Eso incluye servicios, transporte... es decir, un andamiaje para la convivencia. No solo casas. Y el verdadero problema es la capacidad de pago de quien va a comprar. ¿Construir? Para qué si no se puede vender...

- Eso también podría incentivarse con ayudas, ¿no?

- Puede haber créditos o más subsidios o menores tasas de interés. Pero, al final, hay una persona que paga la casa y si esa persona no tiene ingresos, no importa la ayuda que se le preste para que acceda a la vivienda. Hay que generar capacidad de pago en la gente. Sin ello, los programas son ilusorios. Tiene que haber estímulos, pero no hay una varita mágica.