El expresidente Rafael Correa ingresa a la catedral para dejar la ofrenda floral en la tumba del mariscal Sucre.

Entre retrasos y pomposidad

La transición se hizo evidente incluso en los exteriores. Las diferencias entre Rafael Correa y Lenín Moreno se notaron desde que llegaron a la Asamblea Nacional.

La transición se hizo evidente incluso en los exteriores. Las diferencias entre Rafael Correa y Lenín Moreno se notaron desde que llegaron a la Asamblea Nacional.

Correa aprovechó sus últimos minutos como presidente para desplegar su estilo: llegó en un jeep -como era su costumbre- rodeado de seguridad y seguido por 22 caballos de los Granaderos de Tarqui.

Su sucesor fue más discreto. Llegó con su esposa, Rocío González, en un vehículo cubierto y sin escoltas uniformados. Lo que no cambió fueron los aplausos de los simpatizantes para el nuevo presidente.

El acceso de Correa y Moreno, y de todos los invitados, fue más complicado que en ceremonias anteriores. Los trabajos de construcción en la Asamblea provocaron, por ejemplo, que la tradicional calle para las concentraciones de apoyo a PAIS esté cerrada. Las barras se ubicaron en otra avenida donde no hubo espacio para una tarima. Solo se colocó una pantalla gigante y parlantes para seguir el evento.

Las vías cerradas por reparación causaron, además, que la mayoría de invitados llegue después de lo previsto. Viviana Bonilla, primera vicepresidenta del Legislativo, entró al Pleno después de las 09:30. Su demora causó que los primeros invitados recibidos con honores solo contaran con la bienvenida de José Serrano, titular del Legislativo, y no por todas las autoridades. El vicepresidente, Jorge Glas; Diego Mejía, comandante general de Policía, y el Alto Mando de las Fuerzas Armadas no recibieron el saludo de Bonilla ni de Carlos Bergmann, segundo vicepresidente.

El tiempo y las vías cerradas no fueron los únicos factores en contra. Las pruebas de sonido incomodaron algunas entradas. Durante el ingreso del embajador de Estados Unidos en Ecuador, Todd Chapman, sonó la canción ‘Like a stone’, del grupo estadounidense Audioslave. Minutos antes, los sonidistas colocaron por error la canción ‘Shape of you’, de Ed Sheeran.

Uno de los elementos más llamativos, sin embargo, no fue la llegada de los invitados, sino la salida apresurada. Tres exfuncionarios del Gobierno saliente no esperaron a que la sesión iniciara para irse. Freddy Elhers, Diego Martínez y René Ramírez salieron 21 minutos después de que el expresidente Correa ingresara al Pleno de la Asamblea. No dieron declaraciones a la prensa ni argumentaron su salida antes de que empiece la ceremonia. Ehlers sí acudió al almuerzo que se brindó en el Itchimbia.

Para las 12:53 los discursos, alabanzas y promesas terminaron. Las delegaciones salieron detrás de Moreno en medio de pedidos de fotos de simpatizantes y preguntas de la prensa.

Acompañamiento

Las familias tuvieron un espacio en la sesión

En el cambio de mando primó el ambiente y acompañamiento familiar. Las esposas, madres e hijas de los funcionarios lucieron sus mejores galas.

Por la alfombra roja caminaron, tomados de la mano, el expresidente Rafael Correa con su esposa Anne Malherbe y su hijo Miguel. Además, acudieron la madre y hermana del exjefe de Estado.

El presidente Lenín Moreno estuvo acompañado por su esposa Rocío González. También fueron sus hijas Irina, Carina y Cristina. Jorge Glas se presentó con su esposa e hijos. Antes de ingresar al Legislativo, el vicepresidente recibió la bendición de su madre.

El hijo de José Serrano, presidente de la Asamblea, fue el encargado de concluir su discurso con un agradecimiento al expresidente.

Gabinete

El Gobierno preparó una fiesta en Quito

Hubo tambores y fiesta. Al pie del Palacio de Carondelet, la canción ‘Negro José’ invitaba a bailar a cientos de personas que esperaban la llegada del nuevo mandatario, Lenín Moreno, y de su gabinete. Ellos tenían previsto posesionarse frente al pueblo, según el anuncio del nuevo presidente.

El balcón presidencial estaba adornado con banderas tricolores y un juego de luces. Se colocó, además, un atril y un telepromter para Moreno.

En la Plaza Grande, el corazón del Centro Histórico de Quito, había carteles con la fotografía del presidente y frases de agradecimiento para el mandatario saliente, Rafael Correa. La Presidencia de la República colocó cuatro pantallas gigantes y una tarima para 40 cantantes.