Posesión. Moreno asumió la Presidencia luego de ganar las elecciones en  segunda vuelta.

El reto es pasar de la conmocion a la calma

Encuesta. Según Cedatos, el 66 % de la ciudadanía cree que Moreno, en su primer año, trabajó con mayor eficiencia en el respeto a la libertad de expresión.

No ha sido un primer año tranquilo para el presidente Lenín Moreno. La crisis interna de su movimiento político y el quiebre del bloque legislativo, la delicada situación en la frontera norte con el surgimiento de una célula terrorista, una consulta popular para empezar el desmontaje del correísmo, la exigencia de medidas económicas efectivas y de un plan que vislumbre un mejor futuro de la economía son algunos de los álgidos episodios de este primer año.

Hoy inicia el segundo con el reto de superar este ambiente convulsionado y brindar estabilidad a la gestión presidencial y a los ciudadanos. Con esa visión, EXPRESO consultó a expertos en diferentes áreas que lanzaron sugerencias para que sean consideradas por Moreno en el segundo tramo de su periodo.

Guillermo Lasso, líder del movimiento CREO, considera que desde lo político hay varios pasos que dar en el camino a esa estabilidad: los cambios a la Ley de Comunicación, el combate al consumo de drogas en escuelas y colegios, y transparentar lo que sucedió el 30 de septiembre de 2010. Pero hay uno que, a su criterio, requiere de un acuerdo nacional: luchar contra el déficit de la economía. “La primera lucha contra el déficit es romper las cadenas de corrupción en el sector petrolero ecuatoriano y así recuperar la soberanía de esos recursos para beneficio del pueblo y no de cuatro pillos”, comentó.

Los problemas económicos son los que más preocupan a los ecuatorianos, según la última encuesta de Cedatos.

Por eso, el cambio de rumbo económico, primando la transparencia y claridad, deben ser ingredientes de la nueva estrategia anticrisis, aprovechando el auge en el precio del petróleo. “El Gobierno va a tener que convencer a la Asamblea del manejo de la deuda pública y para ello, tendrá que presentar un programa macroeconómico que establezca los medios y remedios para estabilizar las cuentas del sector público de forma progresiva”, apunta el exministro de Finanzas, Francisco Swett. En cuanto a inversión, las alianzas público-privadas están llamadas a un rol protagónico en el desarrollo de infraestructura y servicios públicos del Gobierno central y de los municipios, según el abogado Marcelo Bodero.

No hay aspecto, mucho menos en el manejo de dinero u obras, que no esté propenso a actos de corrupción. Es por eso que quienes luchan contra este mal mundial consideran todavía vital la recuperación del dinero robado. “Si es que el presidente Moreno logra, en este segundo año o al final de su gestión, recuperar aunque sea el 40 % de lo que se llevaron, sería un gran éxito”, expresó Jorge Rodríguez, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción. Esto, a criterio del ciudadano, debe ir acompañado con el respaldo presidencial a la independencia de las cabezas de los organismos de control que surjan del trabajo del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio.

Otro tema igual de preocupante y que marcó los últimos meses de este primer año, es el terrorismo y la seguridad en la frontera norte. El secuestro y posterior asesinato del equipo periodístico de diario El Comercio por la célula terrorista ‘Oliver Sinisterra’ fue uno de los momentos más críticos de la gestión Moreno. Mario Pazmiño, coronel retirado y exdirector de Inteligencia, detalla cinco aspectos que debería considerar el mandatario: tener un sistema de Inteligencia capacitado estatal y no institucional; reformas legales que faculten a los militares el uso de la fuerza para enfrentar las amenaza transnacionales; crear un sistema de protección para jueces, fiscales y periodistas; crear una brigada móvil antinarcóticos que dependa del Comando Conjunto; e implementar proyectos de seguridad y desarrollo en las poblaciones de la frontera. “La Secretaría de Inteligencia es necesaria...con un sistema de análisis nacional que vaya a la política estratégica y no a la persecución”.

Y los temas siguen. Faltan hoy 365 días hasta el próximo 24 de mayo y volver a analizar si se consiguió o no la ansiada calma.

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