Actualidad

Republicanos mandan a callar a Trump en Twitter

Hace años, Donald Trump tumbó y simuló dar varios puñetazos a otro empresario frente a miles de personas tras ganarle una apuesta sobre un combate de lucha libre.

El presidente. Ayer envió un tuit de un coro cantando su eslogan.

El errático Donald Trump sigue sin ser presidencial. Más allá de incumplir con algunas tradiciones establecidas de la Casa Blanca o sus polémicas medidas, el republicano es pionero en ignorar la histórica corrección política que caracteriza al presidente de EE. UU. La desesperación en Washington, tanto por republicanos como demócratas, incrementa con cada disparo del presidente en Twitter. Un senador republicano del Estado de Nebraska lo resumió así: “Por favor para. Esto no es normal y está por debajo de la dignidad de tu cargo”. Esta es una recopilación de los ataques más graves desde que Trump es presidente.

Hace años, Donald Trump tumbó y simuló dar varios puñetazos a otro empresario frente a miles de personas tras ganarle una apuesta sobre un combate de lucha libre. El pasado domingo, el ahora presidente de EE. UU. compartió en Twitter el conocido vídeo, pero esta vez el rostro de su rival fue sustituido por el logo de la cadena CNN. El mensaje supone el último ataque -y el más elevado de tono- al canal que ha acusado en decenas de ocasiones de propagar “noticias falsas”.

“El loco de Joe Scarborough y la tonta como una roca Mika no son mala gente, pero su programa de baja audiencia está dominado por sus jefes de NBC. Una pena!”, escribió Trump contra dos famosos periodistas. A Joe Scarborough y Mika Brzezinski, pareja y presentadores del conocido programa Morning Joe, los calificó de “psicópatas”, “locos”, “de bajo coeficiente intelectual”.

“Una excusa patética del alcalde de Londres al decir ‘no hay motivo para estar alarmados’”, escribió en un tuit el presidente de EE. UU. a principios de junio, tras el tercer atentado terrorista en la capital británica en dos meses y medio. “Al menos siete muertos y 48 heridos y Khan dice ‘no hay motivo para estar alarmados’”, abofeteó el republicano minutos antes.

El actual presidente nunca ocultó su aversión por Obama. En marzo, escaló sus críticas a insultos: “Qué bajo ha caído Obama al intervenir mis teléfonos durante la sagrada campaña electoral. ¡Un tío malo (o enfermizo)!”. A día de hoy no hay pruebas que verifiquen que eso ocurrió. A finales de junio, Trump también llevó a Twitter acusaciones infundamentadas a Obama por no actuar contra la interferencia rusa en el proceso electoral.

“Será mejor para Comey que no haya grabaciones de nuestras conversaciones antes de que empiece a filtrar a la prensa”, amenazó Trump en mayo, pocos días después de destituir a James Comey, el director del FBI que investigaba los posibles lazos entre el equipo del republicano y el Kremlin. El presidente se retractó hace pocos días, admitiendo que no tiene grabaciones.

Es rara la semana que pasa sin que dedique 140 caracteres a criticar a los medios de comunicación. El sábado, el tuitero jefe realizó otra embestida: “Los medios FALSOS Y FRAUDULENTOS están trabajando duramente para convencer a los republicanos y otros para que yo no utilice las redes sociales. Pero recuerden, yo gané las elecciones con las redes sociales. Tuve que superar a los “medios falsos” y lo hice”.

Las trabas tanto en el Congreso como en el Senado para aprobar la reforma sanitaria de Trump para reemplazar el sistema de su predecesor, Obamacare, han resultado en tuits con buen tono pero mano dura. “No puedo imaginar que estos buenos senadores republicanos pudieran permitir que el pueblo americano sufra con el quebrado ObamaCare durante más tiempo”, señaló el presidente ante la oposición de nueve senadores republicanos a su propuesta sanitaria.

Ayer, Día de la Independencia de Estados Unidos, envió un tuit con un video de un coro de una iglesia cantando una melodía basada en su eslogan de campaña. “Devolver la grandeza a Estados Unidos/ Levantar la antorcha de la libertad por todo el territorio/ Caminar hacia el futuro unidos mano con mano/ Y devolver la grandeza a Estados Unidos”, canta el coro de la First Baptist Church, una megaiglesia de Dallas, en Texas.

Pionyang apunta a EE. UU.

Corea del Norte aseguró ayer haber disparado con éxito un misil balístico intercontinenta, lo que representaría una nueva etapa crucial para alcanzar el objetivo de tener a su alcance el territorio de Estados Unidos.

Expertos estadounidenses estimaron que el proyectil podría alcanzar Alaska. El ensayo provocó una fuerte reacción del presidente estadounidense Donald Trump que pidió a Pekín, principal aliado de Pionyang, “acabar con esta tontería de una vez por todas”.

China por su parte defendió los “esfuerzos incesantes” para resolver el problema nuclear norcoreano, y llamó a todas las partes a la “contención”.

En un comunicado común, Rusia y China apelaron ayer a Corea del Norte a instaurar una “moratoria” sobre sus pruebas nucleares y lanzamientos de misiles, y a Estados Unidos a que cese sus ejercicios militares en la región, para bajar la tensión.

Los dos países pidieron “a todas las partes moderación y renunciar a los actos provocadores y a la retórica guerrera” indicaron sus respectivos ministerios de Relaciones Exteriores en un comunicado común, tras un encuentro en el Kremlin entre los presidentes ruso Vladimir Putin y chino Xi Jinping.