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Repensando Guayaquil

Siempre en el mes juliano las ideas de esta columna solo tratan de Guayaquil. Hoy reflexiono sobre la frase: “Guayaquil: ciudad de mercachifles”. Es una sentencia, estigma y juicio errado sobre ella. Cree que esta es espacio social de vulgares mercaderes interesados solo en el lucro fácil e ilícito. Es curioso que tal visión de ella la repitan guayaquileños. Proviene de una mirada sesgada y errada de identificar la desaparecida PPG y la Bahía con la urbe. Incluso percibe la Bahía equivocadamente.

Sin embargo, todo el ciclo de larga duración de su historia económica, productiva y accionar de sus agentes económicos no dice eso. Señala que es la matriz de origen y el lugar esencial del capitalismo agromercantil y urbano comercial. Quienes, con mediana inteligencia, juicio y racionalidad básica leen lo que dicen los extranjeros que la visitaron los siglos XVII, XIII, XIX, incluso el XX (como el norteamericano Franklin) concluyen que el “Guayaquil mercachifle” es un torpe imaginario, ironía y mala metáfora. Los estudios históricos de su desarrollo socioeconómico de Laviana Cuetos (1987), Hamerly (1973), Contreras (1990), Pineo (1994), Arosemena (1990), etc., dicen lo contrario.

Al margen de esto es preciso aceptar que en esa “metáfora ofensiva” de un Guayaquil “malamente imaginado” está un hecho real: la desilustración cada vez más ascendente, continua y creciente de sus élites, especialmente de aquellos que creen que es urbe de solo “business” y de sacar mayor beneficio con mínimo esfuerzo. Aunque tampoco esto es parte de la lógica y buen sentido del capitalismo y de una burguesía racional e intelectualmente formada. La idea ofensiva crece cuando la analogan a un lugar de populistas vulgares, líderes y gobernantes banales-autoritarios (como el resentido social, hoy tuitero). Pero es cierto que crece una hipervaloración del mercado con poca y reducida ilustración.

Por esto es preciso revisar lo real y lo mal imaginado y no reproducir las mismas y pobres ideas de quienes desconocen la historia del Guayaquil de Juan Bautista Aguirre, Olmedo, Rocafuerte, Aguirre Abad, Carbo, etc.

Antes de repetir tonterías es mejor repensar.