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Renata Flores, la guardiana del quechua

Renata Flores, la guardiana del quechua

Así como pasa con la gastronomía, la música se fusiona y crea productos antes impensables: “¡Wow!, ¿eso es trap con danzantes indígenas?”, repite Renata Flores Rivera en una conversación por WhatsApp para mostrar el impacto que su último video, Tijeras, ha causado en redes sociales. La emoción aumenta cuando confirma que para 2019 ya tendrá su primer CD.

El esfuerzo para que esto se concrete le ha tomado años. Ella es de Ayacucho -región de Perú-, tiene 17 años, pero desde los 14 ya es noticia. Lo es junto a su madre, Patricia Rivera, a quien no deja de mencionar cuando habla de cómo llegó al canto y a su amor por una lengua, que a pesar de tener un día en el calendario cada 27 de mayo, como Día del Idioma Nativo, es causa de discriminación.

Se trata del quechua. Pese a que ha caído en desuso, según Unicef hay todavía 20 millones de quechuahablantes en América Latina. Lo que le da la razón a Renata y a su familia para seguir con el proyecto que en 2015 llamaron Pitaq Kani, que significa ‘¿quién soy?’.

Bajo esa reflexión Renata inició su carrera por ganarle al inglés y enseñar el idioma de sus ancestros con melodías: “Que el quechua sea un idioma del futuro, no del pasado e incluso se convierta en el presente”. Los tonos de su voz suben mientras se imagina todo lo que podría lograr y lo que ya ha logrado.

Michael Jackson, su primer viral

Su tributo al idioma quechua no es reciente. Inició con The way you make me feel, un tema de Michael Jackson que cantado en esta lengua le valió aparecer para cadenas internacionales como BBC Mundo, AFP y CNN en español. Renata es un nombre que en Google tiene referencias y hasta un perfil en Wikipedia.

En 2015 su rostro se hizo viral al sobrepasar el millón de visitas en el canal de YouTube. Lo suyo era una novedad: se estrenó como solista y propuso un pop a lo quechua. Las agrupaciones que mezclan con ritmos andinos existen en Perú, pero no abundan. Los Uchpa (1994), para ella, son el modelo a seguir.

Familia de artistas

La escuela para el canto y el quechua la ha conseguido en su familia. Patricia, su madre, describe cómo este arte los acompaña desde siempre: “Mi esposo toca la guitarra y el bajo, yo me especialicé en canto y además de Renata, el menor a ella, toca la batería y canta muy bien”, escribe la mujer que es directora de Pitaq Kani y también fundadora de la escuela Formas y Sonidos, donde su hija tuvo sus primeras presentaciones.

Trap, pop y regué: todo en quechua

¿Cómo vivió el aprendizaje del quechua?

Yo aprendí hablar el quechua cuando empecé con este proyecto. Muchos padres ya no lo inculcan porque dicen que si aprenden los discriminan o que el quechua no sirve. Eso es a lo que yo le quiero poner un alto, no quiero que piensen eso. El quechua importa porque son nuestras raíces.

¿Cómo adapta un género musical al quechua?

El proceso no es tan complicado del inglés al español porque ya los han traducido. Luego ya necesito la ayuda de mi mamá y mis abuelitas para traducirlo al quechua. Ahora estoy versionando temas más actuales como los de Dua Lipa y Ariana Grande. Estos temas no están en las redes, sino que voy a los colegios y los canto como parte del proyecto Pitak Kani.

Mirando la misma luna es un tema en contra del bullying de niños quechuahablantes, ¿alguna vez sintió esa discriminación?

Quise hablar del bullying en esta canción porque mi abuelita es quechuahablante y vi cómo la discriminaban por no pronunciar algunas palabras bien en español. Eso me molestó mucho y me molesta porque aún veo esa discriminación en Perú.

Los temas que aborda son causas sociales, ¿qué otros conflictos le interesa visibilizar con la música?

Hay muchos temas de los que me encantaría hablar sobre los que ya estoy escribiendo, pero aún necesito inspirarme más. Estaba haciendo uno sobre las niñas de las zonas rurales, de la gente que vive alejada de la ciudad y está olvidada y otros que voy viendo.

¿Con qué otros géneros tiene pensado fusionar el quechua?

Me gustaría combinar el regué con el quechua. Lo mío también es el pop, pero todo se está fusionando con otros ritmos. Quiero fusionar con nuestra música, con el afro, música andina.

En este camino por darle una nueva mirada al quechua, ¿qué ha sido lo más difícil al querer producir sus temas? ¿Qué tanta apertura hay?

Lo más difícil de hacer un tema es el video porque para hacerlo bien hecho necesitamos presupuesto. Hay mucha gente que no nos quiere auspiciar porque los temas que hemos hecho no son tan comerciales.

Ahora el tema Tijeras —que habla sobre machismo— lo están soltando en la radio, con los anteriores no había pasado. Eso queremos lograr, que el quechua sea comercial, que muchos puedan escuchar un trap o un pop en quechua y lo canten, así como el k-pop y los coreanos que se han ido hasta la luna con sus canciones.

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