La regeneración es la esperanza de Progreso

La regeneracion es la esperanza de Progreso

Con la regeneración urbana, los habitantes esperan que retorne el turismo a este sector.

La calle Pedro Pablo Viteri era el paso obligado del transporte intercantonal y del turismo que se dirigía de Progreso a Santa Elena, Playas y Posorja. Pero un baipás convirtió a la vía en alterna, afectando a la parroquia rural de Guayaquil.

Con la regeneración urbana, los habitantes esperan que retorne el turismo a este sector.

El comerciante Marco Calderón es uno de los que ve con optimismo la obra que llega de mano del Municipio y que inició hace menos de un mes.

Comentó que desde que se construyó el distribuidor de tráfico en la vía a Salinas, hace 8 años, el turismo bajó en la parroquia y con ellos la venta de comida criolla y dulces.

El comedor de Calderón es uno del medio centenar de negocios que hay en la vía central y que atraviesa la población.

La obra comprende asfaltado, adoquinamiento de veredas, alcantarillado para aguas lluvias, cableado de luz y telefonía y mueblería urbana.

Es la primera etapa de una regeneración total que vendrá una vez que se construya el alcantarillado sanitario que la ejecutará la Fundación Aéreo Portuaria, delegada por el Municipio, indicó Juan Gonzabay, presidente de la parroquia.

La junta parroquial también colabora en la mejora de la imagen de Progreso, a través de la construcción de una cruz de 22 metros que se la ubicó en el barrio Bellavista, la parte más alta del poblado.

El símbolo del cristianismo se asienta sobre una fuente de agua custodiada por tres ángeles, además cuenta con iluminación a colores. Ese espacio será inaugurado el próximo 24 de julio, con una inversión cercana a los 180.000 dólares.

En esa zona también está la iglesia San José de Amén, construida hace un siglo. En la parte alta de Progreso se edificarán locales de comida típicas.

Germania Rodríguez, coordinadora del barrio Bellavista, convocará a los moradores para adecentar el lugar, a través de la pintada de fachadas de las viviendas y aceras; además de participar en mingas de limpieza.

Rodríguez anhela que la cruz se convierta en un mirador y atractivo turístico. “Lo mismo debería ser las calles a regenerar, porque el beneficio es para todos”, expresó.

El cementerio es otro de los sitios que se reconstruye con recursos del GAD parroquial.