Plantón. Trabajadores de la maternidad Mariana de Jesús realizaron una protesta en los exteriores del centro.

Una reestructuracion causa desconcierto en hospitales

La mañana de ayer, los trabajadores realizaron un plantón en los exteriores de la maternidad, en el que expresaban su indignación por un presunto “cierre del hospital especializado”.

Nerviosos y preocupados. Así decían sentirse ayer los cientos de trabajadores -entre médicos, enfermeras y personal administrativo- del Hospital Especializado Mariana de Jesús, ubicado en el suburbio de Guayaquil, luego de que delegados de la coordinación Zonal 8 del Ministerio de Salud llegaran un día antes para informarles sobre algunos cambios.

“Nos dijeron que de las 40 camas que tenemos en el hospital solo iban a quedar dos y que se iban a llevar los equipos de los dos quirófanos que tenemos. Nos quieren desmembrar y pasarnos de hospital especializado a centro de salud tipo C, a pesar de que tenemos una acreditación canadiense”, menciona Joaquín Saquichagua, uno de los empleados.

Por esta razón, la mañana de ayer, los trabajadores realizaron un plantón en los exteriores de la maternidad, en el que expresaban su indignación por un presunto “cierre del hospital especializado”.

Funcionarios de Salud explicaron que las acciones tomadas forman parte de un proceso de reorganización, redistribución y optimización de recursos hospitalarios y de atención médica que incluye al hospital Universitario que se convertirá en complejo ginecobstétrico pediátrico; el hospital general del Guasmo, que se transformará en un centro general de especializaciones; y el hospital Mariana de Jesús que seguirá ofertando servicio de parto las 24 horas.

“No se recortarán partidas, sino que se optimizarán recursos en una redistribución de servicios. El talento humano se mantiene trabajando”, informó Mariana Pihuave, coordinadora zonal 8 de Salud, al reiterar que entre los tres hospitales se analiza la redistribución de 780 profesionales.

La idea de las autoridades de Salud es tener hospitales con especialidades de las mismas características en el sur y en el norte, una vez que se aperture el de Monte Sinaí que atenderá con 120 profesionales a partir del primer semestre del 2018.

Sin embargo, esas mudanzas que, a decir de los afectados jamás fueron socializadas con ellos, poco convencen.

“Nos quieren sacar de aquí de la noche a la mañana, sin darnos mayor información y sin importarles la institución. No lo vamos a permitir”, dijo una de las empleadas del Hospital Universitario que solicitó no se publicara su nombre.

“Este centro cerrará sus puertas para convertirse en un hospital ginecomaterno infantil. Las autoridades no se han dado cuenta que con ello la ciudad se quedará prácticamente sin un hospital de segundo nivel en todo el norte”. Algo bastante riesgoso. “¿Ahora quién atenderá a los pacientes en un accidente? ¿Quién los operará?”, se preguntó.

En el Mariana de Jesús otro de los grupos que dicen estar afectados, son los comerciantes. A ellos les preocupa que con la supuesta reducción de servicios, también se reduzcan sus ventas.

El hospital móvil atiende en el noroeste

Desde ayer, en el Hospital Universitario comenzó a funcionar el hospital móvil del Ministerio de Salud, como parte del proceso de reestructuración del sistema hospitalario.

En el hospital móvil ya se brinda atención en cirugía, ginecología, consulta externa, quirófanos móviles, rayos x, unidad de cuidados intensivos, etc.

Allí atienden 94 personas, de las cuales el 80 % son profesionales de la salud, informó Juan Chuchuca, subsecretario (subrogante) Nacional de Provisión de Servicios de Salud.

El funcionario explicó que este hospital, que respondió al terremoto de abril del 2016, puede atender toda la problemática que se genere en el norte de la ciudad.

Hasta la tarde de ayer acudieron 40 personas, pero puede atender diariamente a 200 en observación, 500 en emergencia y en varias especialidades.