Realidad que no hay que olvidar

En el mundo se dan hechos y fenómenos que deben ser conocidos por todos quienes habitan una determinada realidad física y humana. Por eso deben ser parte de la memoria individual y colectiva de la comunidad. Con ellos se les recuerda a los ecuatorianos del litoral algo que antes constaba y se enseñaba en los textos de Geografía. Ahí se decía que Ecuador y la región son parte de un mundo geofísico que está bajo el efecto de dos hechos naturales que no hay que olvidar: el primero, el Cinturón de Fuego del Pacífico, con la zona volcánica de los Andes, que como un arco involucra a diversos países, entre ellos el Ecuador. Por eso en aquellos textos se decía que no hay que olvidar que en cualquier momento los volcanes del país pueden erupcionar, como últimamente ha sucedido con el Tungurahua.

El segundo, que la región litoral, al igual que el resto del país, también están en la zona del Pacífico, donde se han detectado serias fallas tectónicas. Los especialistas dicen que en esta zona hay capas geológicas que pueden dar lugar a continuos movimientos: terremotos, temblores, maremotos, etc.

Por eso la región litoral registra desde 1906 al presente los siguientes sismos: 1906 de 8.6 Esmeraldas; 1942, de 7.9 Jama-Manabí; 1958 de 7.8 Esmeraldas; 1998 de 7.1 Bahía de Caráquez-Manabí; 2002 de 5.2 Machala; 2005 de 6.1 Puerto López-Manabí; 2008 de 5.0 Engabao-Playas-Guayas; 2009 de 5.1 Pedro Carbo-Guayas.

Esto se enseñaba a los escolares hace medio siglo. En la actualidad no consta en los textos. Por eso es explicable que algunos profesionales, al ignorar esta realidad geográfica del país, diseñen y construyan viviendas sin tomar en consideración estos aspectos.

Una revisión somera de textos escolares de las últimas décadas prueba que esto se sigue dando. Por eso es necesario que las autoridades educativas y los profesores revisen los contenidos curriculares de modo que esta realidad sea conocida por los niños y jóvenes de hoy, que serán los arquitectos, ingenieros, planificadores y urbanistas del mañana.

Ante estos hechos y las evidencias es necesario que estas realidades y fenómenos geofísicos que antes eran conocidos y reconocidos por todos no sean omitidos sino que se tengan en cuenta para construcciones, urbanizaciones y otros modos de ocupar y habitar un espacio geográfico que tiene este tipo de irregularidades geológicas.