Raquel González (i) es la presidenta del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Licenciada en Cultura Física con un diplomado en Educación para la Paz. Fue subsecretaria de Gestión Política y candidata a concejal de Guayaquil por PAIS.

Raquel Gonzalez: “El control no nos conviene, sino abrirnos”

El oficialismo pretende elevar a categoría de ley el decreto 16 que regula a las agrupaciones sociales, fundaciones y corporaciones en el Sistema de Información de las Organizaciones Sociales.

El oficialismo pretende elevar a categoría de ley el decreto 16 que regula a las agrupaciones sociales, fundaciones y corporaciones en el Sistema de Información de las Organizaciones Sociales. El proyecto de Código del Sistema de Participación Ciudadana y Control Social ya está en manos de los miembros del Consejo de Administración Legislativa. De ser aprobado, daría al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social mayores poderes.

- ¿Considera justificado el temor de las organizaciones sociales al proyecto de Código del Sistema de Participación Ciudadana y Control Social?

- La preocupación de las organizaciones frente al decreto 16 es desde hace tiempo, no de ahora. Antes las organizaciones las manejaba cada ministerio según su esencia. Lo que se hizo fue un reordenamiento. Antes todo el mundo daba vida jurídica. Vamos a esperar a ver qué pasa con el proyecto.

- Suena bien la reorganización, pero cuando vemos casos como la extinción de Pachamama y el intento de hacerlo con Fundamedios, el temor toma peso...

- Esos son otros casos. Yo he formado parte toda la vida de organizaciones y a veces no nos gusta que nos ajusten y no nos limitemos a lo que nos corresponde. Con la competencia queremos hacer de todo y a veces no somos objetivos.

- ¿Cuál es la necesidad que el Estado meta su mano en esto?

- Este proyecto no salió del Consejo de Participación Ciudadana. Estamos esperando. Si se nos asigna la atribución tenemos que asumirlo con responsabilidad. Estamos esperando. Es un borrador todavía. Debe pasar por ciertos caminos. Lo primero que haremos es sentarnos con la ciudadanía y las organizaciones, retroalimentarnos y trabajar juntos.

- ¿El Consejo ha tenido la oportunidad de revisar el proyecto de Código y compartir entre ustedes algunas observaciones?

- Lo estamos revisando. No hemos terminado. Queremos hacerlo no solo dentro del Consejo sino retroalimentarnos con la ciudadanía. A través de las delegaciones provinciales invitamos a las organizaciones y a la ciudadanía para que lo lea y nos retroalimente. Todas nuestras decisiones tienen aportes ciudadanos.

- ¿No cree que en un futuro si el proyecto de Código es aprobado este se convierta en una especie de cortapisa para la creación de nuevas organizaciones sociales o la continuidad de algunas en el país?

- En la cancha del Consejo de Participación Ciudadana eso no pasará. Nosotros trabajamos con las organizaciones, venimos de ellas y mal podríamos ahora ponernos en otra cancha. Trabajamos con ellos, nos fortalecemos de ellos y nos retroalimentamos de ellos. Lo primero que haríamos es retroalimentarnos y estamos haciendo que lo hagan en mesas provinciales, ponernos sus temores y sus aportes.

- ¿Cómo garantizaría usted que el proyecto de ley no se convierta en una herramienta de control político?

- Aquí no hay línea partidista, sí política, porque es una política pública de participación. El control no nos conviene, sino abrir el abanico para que las organizaciones sean las que repliquen los beneficios del Consejo de Participación. Serían nuestros aliados.