El Gobierno de Ecuador calificó este sábado 26 de noviembre de “grande” y de “gigante” al líder cubano, Fidel Castro, cuya muerte fue anunciada por su hermano, el presidente de Cuba, Raúl Castro.

“Se fue un grande. Murió Fidel. ¡Viva Cuba! ¡Viva América Latina!”, escribió en su cuenta de Twitter el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.

“Estamos tristes, pero en paz, porque el comandante cumplió su misión, abrió caminos que han inspirado a muchos de los que deseamos una América Latina más justa, más equitativa, más igualitaria, pero también más digna y más soberana”, expresó Correa en su habitual informe de los sábados.

El mandatario ecuatoriano aseguró a sus seguidores que “el mejor homenaje” que se puede tributar a Fidel Castro “es seguir luchando por esa patria nueva, esa patria grande” sin “colonialismo” ni “vasallaje”.

Insistió en que el líder cubano, de quien dijo fue su amigo personal, es de aquellos que han abierto caminos “donde no había nada, abrió senderos, marcó direcciones, visiones”; personajes que “ya han cumplido su misión y tienen derecho a descansar”.

“Cuba está de luto, Latinoamérica está de luto” por el fallecimiento de Castro, probablemente “el latinoamericano más influyente de todo el siglo veinte”, remarcó Correa.

Relacionó a Fidel Castro con el también fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y dijo que, como católico creyente, el espíritu del líder cubano estará seguramente junto al argentino Ernesto “Ché” Guevara, ambos guerrilleros en la insurrección cubana que puso fin a la dictadura de Fulgencio Batista, al final de la década de los años cincuenta del siglo pasado.

“Necesitamos la inspiración de hombres inmensos como Fidel Castro y Ernesto Che Guevara”, reiteró Correa tras enviar un “abrazo solidario” al pueblo cubano y al presidente del Gobierno de la Isla, Raúl Castro, hermano menor de Fidel.

El mandatario aprovechó para insistir en su exigencia para que cese “el bloqueo criminal de más de medio siglo” impuesto por Estados Unidos a Cuba, aunque reconoció los avances “muy tímidos” de la Administración del presidente Barack Obama para restablecer las relaciones entre Washington y La Habana.

“No es un favor levantar el embargo, es una cuestión de justicia”, afirmó Correa tras señalar que, a su criterio, ningún país latinoamericano habría soportado el bloqueo que ha resistido “la heroica Cuba”.