Reacción. Soldados alzados tratando de escapar, en Estambul, de los civiles que en las calles rechazaron el golpe.

Purga en Turquia tras la intentona golpista

Turquía anunció ayer haber abortado el intento de golpe de Estado militar que causó al menos 265 muertos, aunque el presidente Recep Tayyip Erdogan pidió a la población que continúe movilizada en la calle.

Turquía anunció ayer haber abortado el intento de golpe de Estado militar que causó al menos 265 muertos, aunque el presidente Recep Tayyip Erdogan pidió a la población que continúe movilizada en la calle.

El Gobierno declaró la situación bajo absoluto control y dijo que 2.839 personas fueron arrestadas, desde soldados rasos a oficiales de alto rango, incluyendo a quienes integraron la “columna vertebral” de la rebelión. “Pagarán un alto precio por esto”, dijo Erdogan.

Además, el Gobierno inició una purga de la Judicatura, y la Junta Superior de Jueces y Fiscales destituyó a 2.745 magistrados. El Ministerio de Justicia, por su parte, cesó a 5 de los 22 miembros de ese cuerpo.

Se emitió orden de arresto contra 140 jueces del Tribunal Supremo (Yargitay) y fue detenido Alparslan Altan, juez del Tribunal Constitucional.

Los enfrentamientos de la noche del viernes en Ankara y Estambul entre los insurrectos, el ejército y decenas de miles de personas que se echaron a la calle y frenaron el golpe, dejaron 265 muertos, 104 de ellos golpistas, y 1.440 heridos. Muchos oficiales se desmarcaron ayer de los golpistas y denunciaron “un acto ilegal”.

Turquía pidió a Grecia la extradición de ocho golpistas que huyeron en un helicóptero tras el fallido golpe de Estado.

Asimismo, Erdogan solicitó a EE. UU. la extradición del opositor imán turco Fethüllah Gülen, a quien acusa de ser el inductor del golpe, pero él lo negó. Según el régimen turco Gülen, exiliado en EE. UU., encabeza una “organización terrorista”. Ayer el secretario de Estado norteamericano John Kerry instó a Ankara a presentar pruebas contra Gülen.

Oficialmente, la cofradía de Gülen condena el terrorismo islamista, llama a la tolerancia y defiende la democracia y el avance de la educación en el mundo musulmán.

Gobiernos e instituciones extranjeras de un lado, y ciudadanos, académicos y opositores turcos han mostrado preocupación por el creciente autoritarismo de Erdogan.

Desde su llegada al poder, la jerarquía militar ha sufrido varias purgas. El ejército dio tres golpes de Estado en el país (1960, 1971, 1980) y forzó la salida del poder de un gobierno islamista en 1997.