Figura. El delantero Carlos Garcés volvió a jugar tras cumplir la suspensión y marcó los dos goles para un empate que le permite a Delfín seguir en la parte alta de la tabla.

Un punto para seguir sonando

El punto es clave porque le permite seguir en la parte alta de las posiciones, pero también porque prácticamente sacó de la pelea al Independiente.

La prueba de carácter fue aprobada por Delfín. A pesar de que recibió un gol a los 88 minutos, no bajó los brazos y empató a los 91, ayer en el General Rumiñahui.

El punto es clave porque le permite seguir en la parte alta de las posiciones, pero también porque prácticamente sacó de la pelea al Independiente.

Este partido fue catalogado como una final por ambos equipos. Y lo jugaron así. Ninguno quiso ceder un centímetro y cada jugada fue calculada al máximo, al menos durante el primer tiempo.

Independiente proponiendo y Delfín cerrando los espacios. Ese fue el denominador común.

Pero todo se abrió en la etapa complementaria. Los dirigidos por Alexis Mendoza adelantaron, aún más, las líneas y fueron peligrosos.

El premio, sin embargo, llegó tras una polémica. El árbitro Luis Quiroz sentenció un penal dudoso. Michael Estrada lo cobró y anotó el gol.

Delfín, con más sangre que ideas, lanzó el equipo hacia adelante. Si bien su apuesta dejó espacios en la defensa, Independiente no supo aprovechar aquello porque desperdició las ocasiones de gol que tuvo.

Hasta que en una salida rápida, tras un error del local, Carlos Garcés puso el empate.

A los 88 Billy Arce puso de nuevo en ventaja a Independiente, pero en la última jugada la polémica apareció de nuevo, esta vez por un penal a favor de Delfín, que Garcés supo aprovechar.