Los puentes que no se usan

genera malestar ver en los medios de comunicación cómo la obra pública, por la que se han destinando ingentes recursos económicos, no es aprovechada por la población. Por ejemplo, esta semana el presidente de la República inauguró un moderno puente peatonal en Samanes para que las personas puedan cruzar sin riesgos la siempre peligrosa avenida Francisco de Orellana. Sin embargo, como pudieron comprobar varios reporteros de televisión, la gente prefería cruzar por la pista y no por el puente. “Es más rápido”, decían algunos. Qué falta de civismo y de responsabilidad. Luego, son los conductores los culpables de los accidentes.

Inés Bravo