Un proyecto que permite donar la voz

Un proyecto que permite donar la voz

Darle identidad a las personas que usan sintetizadores de habla es el fin de VocalID. La donación se puede hacer desde Ecuador.

Se imagina yendo al cine y que el protagonista de la película, un hombre con un cuerpo fornido y una barba que denota su edad, tenga una voz de niño, ¿sería extraño, verdad? Lo mismo pasa con aquellas personas que, por enfermedades neurológicas o accidentes, han perdido el habla.

Muchos de ellos tienen la oportunidad de usar sintetizadores de voz o, como la magíster en logopedia Silvana Plaza los llama, “sistemas alternativos de comunicación”. Sin embargo, estos manejan voces genéricas que carecen de identidad.

De este problema se dio cuenta la científica Rupal Patel, fundadora de VocalID, luego de que observó una conversación de una niña con un hombre adulto. Ambos usaban sintetizadores de voz y a pesar de que eran diferentes dispositivos la voz era la misma. Esta situación la impactó profundamente y decidió trabajar para cambiarlo.

Desde entonces emprendió su proyecto, que consiste en recibir voces donadas de cualquier parte del mundo y, mediante el uso de un software, mezclarlas con rasgos identificativos de quien la recibiría. Estos son el tono, intensidad y ritmo.

Su proyecto ha traspasado fronteras y el banco de voces ya ha recibido donaciones de más de 14.000 personas, provenientes de 110 países, entre ellos Ecuador.

La locutora comercial ecuatoriana Leticia Tinoco es una de ellas. Hasta ahora ha grabado 9 sesiones, para que la plataforma informática detecte y descodifique su voz. Para ella, esta es una experiencia digna de compartir. “De una u otra manera estamos ayudando a gente alrededor del mundo, a través del retorno de esa habilidad que por alguna enfermedad catastrófica perdió”, señala Tinoco.

Porque la función de la voz va más allá que hablar y mientras millones carecen de esta facultad, otros luchan para tratar de devolvérsela.

La experta

“La voz es tan importante como la cara”

Silvana Plaza, magíster en logopedia, considera que la relevancia de la voz radica en que esta es un aspecto de la autoimagen y que tener una voz con la que se sienta identificado, “especialmente si es una persona que ha perdido sus capacidades verbales”, es un estímulo al aumento de la autoestima.

Además, insiste en que aparte de la carga sensorial también la voz se relaciona con el sentido de pertenencia. “Nuestra voz delata mucho de dónde venimos y a quién pertenecemos. Nuestra voz es información auditiva”, señala la doctora.