Actualidad

La propuesta de concesion tiene adversarios internos

Moreno barajó tres opciones para las empresas públicas. La urgencia de recursos determinó la concesión. El modelo estaría listo en ocho meses.

La propuesta de concesión tiene adversarios internos

El Gobierno tiene dos urgencias económicas: reducir gastos y generar ingresos inmediatos. Tras 17 meses en el poder, la alternativa escogida es la entrega de las empresas públicas a manos privadas. Hasta junio de 2019, aseguran las autoridades, se concesionarán tres entidades.

El presidente Lenín Moreno y su equipo barajaron tres escenarios para las 21 empresas públicas. Se planteó una alianza público-privada, la creación de un holding empresarial y la concesión directa al sector privado. Esta última opción fue la seleccionada, aunque la puja todavía no termina al interior de Carondelet.

Los defensores de las alianzas público-privadas aseguran, según conoció EXPRESO, que la ventaja de su idea es que los directorios de las empresas mantendrán presencia gubernamental para evitar excesos del sector privado.

Santiago Cuesta, consejero del primer mandatario, no está de acuerdo. El aúpa la concesión y asegura que la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), Seguros Sucre y el proyecto Monteverde estarán listos para la entrega en junio del próximo año. Hasta diciembre de 2019 ofrece, en cambio, traspasar las eléctricas.

El Gobierno obtendría, en catorce meses, hasta 30.000 millones de dólares por esas operaciones. Cerca del 30 % del Producto Interno Bruto (PIB), según la oferta de Cuesta.

Para administrar CNT, por ejemplo, el grupo privado pagará un valor fijado por el Gobierno (entre 3.000 y 4.000 dólares en el caso de la telefónica) y comprometerá la entrega anual del 25 % de la rentabilidad de la empresa al Estado.

A esos pagos se suman el impuesto a la renta (algo que no pagan ahora las empresas públicas) y utilidades para los empleados.

¿Quién se quedará con la empresa estatal? La entrega dependerá de las ofertas de tiempo de administración. Entre menos tiempo de concesión, más opcionados a ganar el proceso. Un modelo que, según sus impulsores, es a prueba de corrupción.

Las críticas surgen, sin embargo, por la pérdida de control que tendría el Estado. En las empresas eléctricas, por ejemplo, no queda claro cómo se evitarán las elevaciones de tarifas. Mantener las instituciones en el Estado (o cederlas parcialmente con una alianza) permitiría regular el factor costos.

En lo que concuerdan todos los sectores gubernamentales es en la necesidad de mejorar el funcionamiento de las empresas. Este Diario el 1 de octubre publicó la serie de anomalías en el control y operación de las estatales. Algunas generan pérdidas y no son rentables.

Los modelos

Concesión

Impulsada por el asesor presidencial, Santiago Cuesta, la propuesta asegura que los activos de las empresas públicas no dejarán de ser propiedad del Estado. Es más, si durante la concesión se adquieren nuevos equipos para la operación, estos pasarán a manos del Gobierno al término de la entrega privada.

Holding

Edisson Garzón, extitular de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas, planteaba el fortalecimiento de las entidades para constituir un grupo empresarial que represente al país en sectores específicos. El problema señalado por el Gobierno es que no generaba ingresos en el corto plazo.

Alianzas

El plan económico del ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez, hablaba de alianzas más que de concesiones. Un trabajo conjunto de los sectores público y privado permitiría, según esta postura, la coordinación pública sin el gasto considerable que amerita la administración.