Procurando mejores hombres
Es una virtud que nos acerca al prójimo. Más que un trato humanitario es humanismo. Si procuramos ser amables y educados, si damos paz y alegría, si ayudamos a los que nos rodean estaremos demostrando paciencia, fortaleza y generosidad, llegando a los corazones más necesitados. No olvidemos que la caridad es benigna. Siempre hay que hacer el bien.
La caridad no es envidiosa ni jactanciosa. Sin humildad no puede existir ninguna virtud y menos amor. La caridad todo lo cree, todo lo espera y todo lo sufre. Los hombres son el método de Dios. La Iglesia está procurando mejores métodos. Dios está procurando mejores hombres.
Javier Valarezo Serrano