La primera de dos reformas tiene luz verde del Legislativo
El Gobierno admitió la necesidad de recursos por la caída del precio del crudo y anunció nuevos impuestos que, según el oficialismo, combatirá problemas de salud. También busca impulsar el uso de dinero electrónico.
El calendario económico no se detiene. La Asamblea aprobó, con 93 votos a favor, la primera reforma tributaria del año. El proyecto de ley para el Equilibrio de las Finanzas Públicas pasó, ayer, el último debate y sufrió más modificaciones con respecto al texto planteado por el Ejecutivo, a finales de marzo.
Durante cinco horas, los legisladores de oposición cuestionaron el texto que planea recaudar, cerca de 300 millones de dólares. 29 votaron en contra y tres prefirieron abstenerse. Para ellos, la solución era el archivo del texto.
Los oficialistas apoyaron la norma aunque tuvo varios cambios y recambios en el proceso. Dos impuestos, por ejemplo, mutaron dos veces durante el debate en el pleno.
El proyecto del presidente Rafael Correa proponía un incremento de un centavo para los cigarrillos. Durante el primer debate, la propuesta fue que, en 2016, suba un centavo y el próximo año se agregue otro centavo. Al final, el presidente de la Comisión de Régimen Económico, Virgilio Hernández, volvió a modificar la propuesta y fijó un impuesto de dos centavos para cada unidad de cigarrillos, que se aplicará desde este año. En ninguno de los tres escenarios se mostró el sustento para la idea.
El otro tributo que dio vueltas sin norte en la Asamblea fue el de las bebidas gaseosas. El proyecto presidencial planteaba una carga adicional de 25 centavos para las bebidas azucaradas, gaseosas y energizantes. Para el informe de segundo debate se redujo a 17 centavos. Al final, sin embargo, se estableció una nueva tabla que gravará con 18 centavos por cada 100 gramos de azúcar que tenga la bebida. Es decir, a mayor contenido de azúcar, mayor impuesto.
Según los oficialistas que integran la comisión, la modificación reducirá en 20 millones de dólares las aspiraciones de recaudación. De 300 millones pasaría a unos 280 millones.
El terremoto del sábado 16 de abril también sacudió la reforma. Carlos Bergmann, asambleísta de Alianza PAIS, fue el encargado de sugerir cambios para beneficiar a los damnificados por el fenómeno natural.
El primero es disminuir el impacto de las variaciones de presupuesto que podrá hacer el Gobierno sobre los municipios, prefecturas y juntas parroquiales. En Esmeraldas, Manabí y otras provincias afectadas se buscarán compensaciones para que sus asignaciones no se perjudiquen este año. El Ministerio de Finanzas deberá definir alguna forma de compensar a las localidades.
El Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), además, no aplicará para las donaciones que se hagan para las personas afectadas por el sismo.
Como forma de incentivo también se fijará un descuento temporal del 5 % en el ICE para los vehículos de hasta 30.000 dólares. Ese descuento debe beneficiar al comprador y no a la casa comercial.
