Vinicio Reyes Ramos - gerente general Platayuc

Primer exportador de chifle organico

El chifle no es un producto que comúnmente se conozca en el mundo y, peor que se consuma; pero ese es un hábito que se revierte de a poco. Detrás de esto están industrias como la de Vinicio Reyes, quien ha trabajado en dar valor agregado a sus product

El chifle no es un producto que comúnmente se conozca en el mundo y, peor que se consuma; pero ese es un hábito que se revierte de a poco. Detrás de esto están industrias como la de Vinicio Reyes, quien ha trabajado en dar valor agregado a sus productos para introducirlos en los mejores mercados.

Reyes es un quiteño que lleva casi la mitad de su vida residiendo en Guayaquil, ciudad donde hace 4 años decidió montar una planta para empezar a procesar el plátano y la yuca, que hace algún tiempo venía exportando a Estados Unidos. Fue una aventura, cuenta, que inició con su socia americana Peggy Argudo en el 2007, motivados por ser los proveedores de materia prima para una empresa de ‘snacks’ que opera en EE. UU.

Juntos empezaron seleccionando a pequeños agricultores de plátano, todos oriundos de El Carmen (Manabí). Es desde ese lugar, explica, donde actualmente obtienen hasta 440 toneladas mensuales de plátano, de las cuales 40 % se traen a Guayaquil, para elaborar los chifles que se direccionan al mercado internacional bajo la marca, Platayuc.

Reyes, de 62 años, cuenta que llegar a Canadá, Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Francia, fue un reto difícil. “Al inicio, en las ferias que asistíamos, lo primero que hacían los compradores era pedirnos certificaciones del producto. En ese entonces, no teníamos nada”. Actualmente, explica orgulloso, su oferta cuenta con 9 tipos de sellos que garantizan que sus productos, según a donde vayan, son aptos para un mercado vegano, judío o que prioriza un producto sin gluten u orgánico (cultivados sin agroquímicos).

“En la mayoría de países la gente confunde el plátano con el banano porque conocen la fruta pero no el plátano, entonces tienen recelo en probarlo. Pero eso cambia cuando ven que productos como el nuestro tienen certificaciones que conocen”. Platayuc maneja una canasta de 8 tipos de productos que combinan distintos sabores y especies, cuatro de ellos se venden bajo la característica de ser orgánicos. Reyes indica que la estrategia en Platayuc es llegar con mayor fuerza a este segmento, pues sus potenciales consumidores están dando mucha prioridad a los alimentos saludables. Para eso, se seguirá sumando a nuevos clientes, dentro de los países donde tienen presencia y con ello cerrar este 2016, con un 5 % más en ventas.

Sin embargo, las aspiraciones de este quiteño van más allá. Su gran desafío es lograr que sus chifles sean un referente del mercado ‘gourmet’. Por ello alista su ingreso a países como Corea o Japón. “Ese es un mercado muy estricto que nos ha tomado mucho tiempo, pero que vale la pena. Allá un melón se puede vender hasta en $ 120. El japonés da valor primero a la salud, después a la calidad y al precio”.

Reyes embarca en este sueño a quienes conforman su empresa. Su mayor satisfacción como empresario es dar trabajo a decenas de agricultores, asegurarles mercado y ayudarlos a que también crezcan.