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El prestamo que envio el FMI se borra del terremoto

EXPRESO conoció, a través de una rectificación del Gobierno, que los recursos no se usaron en la reconstrucción. El FMI confirmó que sí se hizo el desembolso

El Fondo Monetario Internacional entregó a Ecuador el año pasado 365 millones de dólares. El terremoto que asoló Manabí y Esmeraldas y que dejó tantas pérdidas materiales que, según estimaciones oficiales, serían necesarios más de 3.300 millones de dólares, tuvo peso suficiente como para romper el hielo que había congelado la relación entre el país y el organismo durante casi una década.

Pero según ha podido saber EXPRESO gracias a una rectificación enviada por la Secretaría Técnica del Comité de Reconstrucción y Reactivación Productiva, esos recursos nunca fueron utilizados para la reconstrucción del terremoto, pese a que el presidente Rafael Correa anunció en su sabatina del 30 de abril de 2016 que parte de los 2.200 millones que aportaría el Estado para la reconstrucción procederían de un préstamo del FMI que, por entonces, se estaba negociando.

El Ministerio de Finanzas y el Banco Central de Ecuador fueron consultados, sin éxito, sobre el fin al que se ha destinado el préstamo urgente. Finanzas no contestó nada y el BCE prometió una respuesta para ayer que no llegó hasta el cierre de esta edición.

La misma rectificación reconoce que, a pesar de no haber utilizado el préstamo del FMI, sí fue considerado “en un inicio como una fuente potencial de financiamiento” para ese fin.

Los 365 millones de dólares, otorgados por el multilateral sin programa de ajuste asociado, constan en el balance del Banco Central de Ecuador, desglosado en la web de la Superintendencia de Bancos, como endeudamiento externo. Aparecieron en septiembre y ahí siguen, con una merma de casi 11 millones de dólares. El Fondo Monetario Internacional confirmó a este Diario que el desembolso se realizó y así también se refleja en sus balances una transacción de 261,3 millones de SDR. Son derechos especiales de giro que, para entendernos, operan como una moneda propia del FMI y que equivalen a los 365 millones del Instrumento de Rápido Financiamiento que el multilateral concedió a Ecuador para atajar necesidades de pago.

Y ahí en esa última mención está la clave. El FMI confirmó que ese tipo de recursos rápidos financian a países miembros que enfrentan una necesidad urgente de balanza de pagos. “Esto puede proveer de soporte para una amplia gama de necesidades urgentes”, aclaró por email un portavoz del organismo internacional.

El exministro de Finanzas, Alberto Dahik, explica con un ejemplo comprensible cómo pueden operar estos recursos: “Es como cuando cobras el seguro por un accidente; no siempre se usa para reparar el vehículo”. Y precisa que el crédito se solicitó “por el terremoto”. Y eso abre la puerta a utilizar el préstamo para otros fines distintos al de la reconstrucción del terremoto.

De hecho, cuando se recibió la aprobación del FMI, el presidente Correa matizó -en julio de 2016 casi tres meses después del sismo y ya con la reconstrucción en marcha- que se trataba de un crédito “por emergencia, pero para ayudar a equilibrar la balanza de pagos”.

De momento, y a falta de una respuesta oficial, se desconoce si esos 365 millones de dólares han sido utilizados y para qué.

Silencio de Finanzas

Además de solicitar una confirmación sobre el monto enviado por el FMI y si fue utilizado en la reconstrucción, EXPRESO preguntó a Finanzas qué destino se tenía pensado encomendar a esos recursos, si podrían ser utilizados para fines distintos a la reconstrucción del terremoto y, además, si estaban en los planes oficiales cubrir con ellos el gasto público o el déficit del Estado. Las mismas preguntas se enviaron al BCE. Ninguna entidad las resolvió.