Asamblea. Rafael Correa y Jorge Glas, en el informe de 2015.

Una preparacion que comenzo hace 2 meses

Hace dos meses se empezó a ‘confeccionar’ el informe a la nación. Ese discurso lo leerá mañana el presidente de la República, Rafael Correa, en la Asamblea. Por ahora, tiene 89 páginas y está subdividido en 11 puntos, contó a EXPRESO el secretario gene

Hace dos meses se empezó a ‘confeccionar’ el informe a la nación. Ese discurso lo leerá mañana el presidente de la República, Rafael Correa, en la Asamblea. Por ahora, tiene 89 páginas y está subdividido en 11 puntos, contó a EXPRESO el secretario general de la Presidencia, Omar Simon.

En esta ocasión no intervendrán todos los ministros coordinadores, sino solo la titular de la Secretaría Nacional de Planificación (Senplades), Sandra Naranjo. Ella hará una recopilación de la información de los ministerios, un balance sobre el plan de desarrollo y los retos para el 2017. Incluirá los temas pendientes.

El vicepresidente de la República, Jorge Glas, también subirá al escenario para hablar sobre los sectores estratégicos, el cambio de matriz productiva y la reconstrucción en las zonas afectadas por el terremoto.

La ceremonia del informe durará cuatro horas. El mensaje será de unidad y esperanza. Las lecciones que deja el movimiento telúrico porque hay otros temas que “resultan banales cuando se vive una experiencia como esa”, explicó Simon.

Pero, ¿cómo se redacta un documento así? En la elaboración del informe intervienen muchas manos. Las de la oficina de coordinación de contenidos y la unidad de discursos del Palacio de Carondelet, que funcionan como la redacción de un periódico; y las de los ministerios coordinadores, proveedores de la información. La presidencia de la República tiene redactores, investigadores, editores y hasta ‘novelistas’ para tejer las disertaciones del jefe de Estado.

“El informe a la nación es el discurso más complejo de todos. Hay mucha rigurosidad en la información de cifras y relatos. La información se verifica y convalida con los ministerios para evitar errores. “El presidente Correa es muy exigente”, dijo Simon.

¿Qué exigencias hay? Correa convocó tres reuniones para hablar del enfoque y los contenidos. Le gusta el lenguaje directo y comprensible para todos. Por eso, se procura no utilizar términos complejos.

El discurso pasa por varias revisiones: los ministerios coordinadores, el secretario de la Presidencia y el presidente. Él puede tachar, aumentar o borrar cualquier contenido con el que no está de acuerdo. También es el que le da “el toque especial” y hasta puede utilizar solo el “20 % de los insumos”, comentó Simon.

Una alocución de estas, reconoce, no siempre es lo que espera el mandatario. Además, puede improvisar y no ceñirse completamente al libreto que tiene en el teleprompter.

Detrás de la transmisión hay algunas personas que siguen el discurso por si hay alguna cifra imprecisa. En esos casos, se investiga de dónde surgió para hacer correctivos.

Por ello, que la coordinación de contenidos, la unidad de discursos y el secretario de la Presidencia duermen en estos días con un “ojo abierto” para ver si hay alguna corrección de último momento que pida el presidente Rafael Correa. CM