Preocupaciones

Hace poco más de un año y medio, cuando escribí un artículo en este mismo espacio acerca del éxito de las negociaciones de paz logradas en Colombia con las FARC, me preguntaba si el Ecuador estaba preparado para el acuerdo alcanzado por el Gobierno del vecino país. La preocupación radicaba en la comprensión de que un grupo tan grande y diverso, como lo era el guerrillero, no iba a lograr un consenso unánime en el abandono de armas, y que la reinserción social iba a ser de gran complejidad.

El proceso de desarme en Colombia conllevaba para el Estado ecuatoriano la definición de temas de seguridad y acciones concretas que permitieran mantener en la frontera norte de nuestro país no solo un contingente militar que lograra resguardarla, sino también establecer una estrategia que tuviera presente el impacto que este desarme voluntario en Colombia podría traer. Lamentablemente, es mi criterio, estos planes no se dieron en su momento y ahora estamos viviendo las consecuencias en sus primeras manifestaciones.

Personalmente creo que el Ecuador estuvo distraído en una campaña política interna que colmó su atención y me pregunto si existe alguna estrategia que haya diseñado por alguna institución del Estado, por ejemplo, la desaparecida Senain, al ser su labor principal “la seguridad interna y el respeto a las zonas de seguridad del país”, ante el desarme del grupo irregular.

A la fecha actual, los hechos ocurridos, como son los atentados en Esmeraldas, el secuestro de los periodistas del diario El Comercio y el descubrimiento de una base clandestina de las FARC en el Putumayo, necesitan una respuesta seria y profesional del Gobierno. Ante estos sensibles acontecimientos ha llegado la hora de tomar decisiones. El Ecuador ha estado alejado de las grandes crisis terroristas de años anteriores en los países vecinos, los cuales, después de mucho luchar, salieron de distintas formas del tema.

Los ecuatorianos esperamos acciones decididas, centradas en la seguridad del país y en la paz que necesita para su desarrollo.