Preguntas presidenciales e implicaciones

Indiscutiblemente, al Gobierno Moreno, en tan corto tiempo de posesionado, le ha tocado una gestión del Estado muy complicada, preñada de conflictos y de toma de decisiones complejas. Situación enmarañada por la forma de administrar la economía y la política del régimen anterior y por la oposición desde su propio movimiento, encabezada por el caudillo e incondicionales, como por las contramanifestaciones y silbatinas convocadas por dirigentes “ortodoxos” de AP y, ante una ciudadanía conmocionada y alarmada por las denuncias y judicialización de casos de corrupción pública, pero que exige no a la impunidad, transparencia y legalidad.

En este escenario, el presidente ha impulsado un diálogo proactivo con la mayoría de los actores políticos, sociales e institucionales, solicitando a la ciudadanía preguntas o ideas para una consulta nacional, anunciando las 7 preguntas a plebiscitar e iniciar legalmente el proceso con su envío a la Corte Constitucional. Ante una opinión pública atónita y conmocionada por la suspensión de funciones al vicepresidente, así como por su posterior enjuiciamiento por la Fiscalía del Estado y el pedido de detención por parte del fiscal general, aprobado por el juez respectivo.

Las preguntas oficializadas se han formulado en este complicado escenario político y teniendo presente la retórica de un opositor como el caudillo, pero también se han redactado teniendo en cuenta la posibilidad de impedir a toda costa la ruptura del movimiento PAIS, así como de su mayoritario bloque en la Asamblea Nacional. En esta perspectiva la redacción formal de las preguntas parece hecha por la habilidad y profesionalismo de un orfebre cuencano, por su exquisito y calculado manejo de la lengua española, lo que también es corroborado por la novedad de los anexos. Estos últimos dan a la ciudadanía los fundamentos de cada una de las preguntas puestas a consideración.

Finalmente, por los antecedentes mencionados, y sus implicaciones políticas, no cubre las expectativas de todos, pero la gran mayoría coincide en que es una propuesta para movilizarse, debatir y decidir en las urnas.