Portoviejo es una ruina

Portoviejo es una ruina

La luz del día develó la realidad de la situación. Calles cubiertas de escombros. Carros destruidos. Personas deambulando.

La naturaleza no tiene piedad con Portoviejo. Primero las inundaciones y ahora el terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter que sacudió a Ecuador la noche del sábado.

Destruida. Es la palabra que mejor describe la situación actual de la capital de la provincia de Manabí. Edificios desplomados. Casas colapsadas. Fue una noche a la luz de las velas. La mayoría no durmió. Y los pocos que pudieron descansar lo hicieron con un ojo abierto y otro cerrado. Las constantes réplicas del sismo de mayor magnitud que se tiene registro desde 1979 impidieron que los portovejenses pudieran recuperarse del gran susto.

Pero entre la oscuridad nació la luz. Apareció un pequeño cuerpo desnudo y ceniciento, pero a primera vista, intacto. Era una niña, de aproximadamente 4 años de edad, que fue rescatada de una prisión de fierros, pedazos de cemento y enseres inservibles. Al ser liberada solo movió su mano saludando a las decenas de personas que vieron su rescate y no daban crédito al hecho.

La menor de edad aguantó más de doce horas bajo las paredes de lo que fue un enorme edificio de casi 10 departamentos en la avenida Guayaquil y Rocafuerte. Salió ilesa a las 08:30 de ayer.

La luz del día develó la realidad de la situación. Calles cubiertas de escombros. Carros destruidos. Personas deambulando.

La labor empezó inmediatamente. A levantar los escombros para intentar rescatar a los supervivientes. Ciudadanos, policías, militares, bomberos y rescatistas trabajaron hombro a hombro en busca de algún respiro entre los bloques de concreto. El mercado de la parroquia Abdón Calderón, ubicado a las afueras de Portoviejo, colapsó.

La calle Pedro Gual estaba dividida por dos montañas enormes de concreto que, hasta la tarde del sábado, eran los edificios del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y del hotel el Gato. Los cinco pisos de este último cubrieron por completo a un vehículo del que se extrajeron, en la madrugada, los cuerpos de una señora y su bebé recién nacido. En la mañana, a dos personas más, un hombre y una mujer.

Ángel Briones caminaba sobre los pedazos de ladrillo que fueron el escenario del instante más aterrador que ha vivido. El guardia de seguridad del centro comercial de la ciudad manabita acababa de cerrar los locales cuando la tierra empezó a temblar. “Todo pasó en segundos. Corrí a la calle y veía cómo caían las paredes, los edificios. La loza de un almacén se vino abajo y la ropa de las boutiques cubrió las calles”, recordó. En medio de la prendas de vestir fue encontrado el cuerpo de una mujer.

El último reporte oficial del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) de Portoviejo evidenció el colapso de 35 infraestructuras, especialmente en la parte céntrica de la ciudad que fue la más perjudicada. También el fallecimiento de 89 personas, hasta las 11:00 de ayer.

El antiguo aeropuerto Reales Tamarindos de la capital manabita se convirtió en un centro de albergue.

El puente Mejía en la vía Portoviejo - Crucita quedó destruido. Solo personas a pie, en motos o bicicletas podían transitar por la vía. En fotos difundidas a través de redes sociales se puede observar un automóvil color vino que estaba incrustado en una de las enormes grietas que ahora atraviesan la carretera.

La ayuda llega de otras provincias. La Prefectura de Los Ríos envió maquinaria y equipo médico a Manabí. Lo mismo, el Gobierno Provincial del Guayas. El prefecto Jimmy Jairala ordenó el envío de 2 grúas, 3 retro excavadoras, 5 ambulancias, 10 médicos, 10 rescatistas, 1 tanquero, 19 volquetas, 17 carpas, 3 mil toldos con repelentes, mil pastillas potabilizadoras de agua y medicinas. El convoy salió de Guayaquil la tarde de ayer hasta la provincia. Los suministros serán distribuidos entre Portoviejo, Manta, Pedernales y Crucita.

La solidaridad también llega de instituciones, gremios profesionales y de ciudadanos que a través de las redes sociales o grupos de chats organizaron colectas de víveres, ropa e insumos para los damnificados.

El vicepresidente Jorge Glas recorrió ayer la zona céntrica de Portoviejo junto al prefecto de Manabí, Mariano Zambrano, y la gobernadora Susana Dueñas, entes de viajar a Pedernales.