Es asambleísta. Fue concejal del Municipio de Guayaquil (1994-1998) y diputada (1998 -2002).  En el 2006 creó la Fundación Poly Ugarte para la prevención de cáncer al seno. En el 2012 presentó a la Asamblea el proyecto de Ley de Cáncer de Mama, pero no ob

Poly Ugarte: “Ningun ecuatoriano debe morir por no tener recursos”

Se aprobó el proyecto de resolución que dispone al Ministerio de Salud que destine recursos suficientes dentro de su presupuesto para la adquisición de los medicamentos necesarios para el tratamiento de enfermedades catastróficas, raras o huérfanas.

a semana pasada, por unanimidad, la Asamblea aprobó el proyecto de resolución que dispone al Ministerio de Salud que destine recursos económicos suficientes dentro de su presupuesto para la adquisición de los medicamentos necesarios para el tratamiento de las enfermedades catastróficas, raras o huérfanas. Ugarte, quien lo planteó y prevé, a través de su actual cargo, hacer una verdadera planificación en las reformas del Estado para prevenir y desarrollar una política de salud pública, dialoga con EXPRESO sobre la realidad de estas enfermedades y las dificultades a las que se enfrentan quienes la padecen en Guayaquil.

- Cáncer, lupus, hidrocefalias congénitas... ¿Cuál es la realidad de las enfermedades raras y catastróficas, y qué tipo de problemas enfrentan quienes la padecen en la ciudad?

- La realidad es la misma en Guayaquil, Guayas y el resto de provincias del país. Faltan especialistas, estadísticas y medicamentos. Hay demoras en las entregas de estos. En Guayaquil, el cáncer de mama y cuello uterino en la mujer, y el de próstata y estómago en los varones son las patologías que -visiblemente- más acechan a los pacientes. Sin embargo las otras, las 106 raras o huérfanas reconocidas por el Ministerio de Salud, posiblemente causen más estragos. Sin embargo, el impacto aún no se lo puede medir como quisiéramos, de forma real, precisamente porque desde el 2004 no contamos con estadísticas actualizadas.

- Usted habla de una falta de especialistas. ¿En qué se basa para asegurar esa realidad?

- En las visitas y recorridos que a largo de casi diez años he realizado. Hay cantones de la provincia del Guayas, por ejemplo, que no tienen ni siquiera un subcentro del Seguro Social; que no cuentan con un oncólogo, genetista, especialistas pediátricos.

Por ello vamos a exigir que en los centros de salud de las cabeceras cantonales, por lo menos, haya un oncólogo. No porque la gente viva en el campo debe morir por falta de atención. Ellos no tienen por qué movilizarse a Guayaquil para recibir un diagnóstico. Necesitan ser atendidos y con fármacos de calidad, estén o no incluidos en el cuadro básico nacional de medicamentos.

- Pero ¿cómo frenar las demoras? Los pacientes, especialmente los oncológicos, aseguran que las medicinas muchas veces tardan 2, 3 meses en llegar...

- Y tienen razón. Si el fármaco está fuera del Cuadro Nacional Básico de Medicamentos, que da cobertura a 790 fármacos, cuyo 11 % no está ni siquiera disponible en el país, hay que hacer un procedimiento en el cual instituciones como el IESS tienen que pedir autorización para la compra de ese medicamento al Ministerio de Salud y ese proceso puede demorar hasta un año. En algunos casos -y el hecho se repite en Pichincha- los medicamentos han llegado incluso después de que el paciente ha fallecido; el tumor, en el caso del cáncer, se les ha extendido; y en muchas ocasiones se niega la autorización. Las autoridades entonces deben cortar con el espíritu burocrático. Hay que modificar el reglamento para agilizar el proceso.

- ¿Y qué pasará con los medicamentos genéricos? Hay quienes aseguran que con ellos su salud ha empeorado.

- No todos son malos. Pero hay patologías tan complejas, como la de los pacientes trasplantados que nos han denunciado que desde que les cambiaron los fármacos innovadores por genéricos, su salud se deterioró; y en un momento dado eso puede ocasionarles la muerte.

- ¿Y qué proponen?

- Que se eliminen los trámites para que cada institución pueda comprar los medicamentos que no están en el Cuadro Nacional Básico de Medicamentos y no tengan que pedir autorización al MSP; y que no se compren aquellos que no tengan Registro Sanitario al momento de la adjudicación, porque eso está sucediendo. Y como legisladora, eso vamos a fiscalizar también.

- En diciembre pasado, la actual ministra de Salud aseguró que sí se está dotando de medicamentos costosos a la población...

- La ministra ha dicho que han gastado entre medicamentos y dispositivos médicos, millones y millones de dólares. Un dispositivo médico puede ser un baja lengua, un termómetro. No hay que confundir lo uno con lo otro. En una publicación reciente sobre las importaciones que hacemos a la Unión Europea se demostró que Ecuador ha invertido $ 25,8 millones en antisueros, $ 17,4 millones en aparatos médicos, $ 9,9 millones en mesas de cirugía y $ 5,3 millones en medicamentos. Al parecer quieren confundir a la gente englobando todo, cuando está claro que una mesa no cura y un fármaco sí.

- Con el proyecto de resolución busca también trabajar en prevención. ¿Qué se puede lograr con una mejora en este campo?

- Mucho. Y por eso mismo tenemos que cambiar el nuevo Código Orgánico de la Salud. Si no creamos una política pública de prevención, el presupuesto de Salud no va a alcanzar. Hemos pasado por una etapa de 10 años dedicados a la construcción de enormes hospitales en las más grandes ciudades, que no tienen presupuesto, médicos especialistas, ni medicina de calidad. Eso debemos cambiarlo ya. Hay que trabajar en planes programados, sistemáticos y continuos, que les permitan a los pacientes no recibir atención solo cuando estén en sus últimas fases.