De las 262 organizaciones políticas que fueron aprobadas por el Consejo Nacional Electoral hasta el 2 de enero de este 2024, solo siete participarán en la campaña del referéndum y consulta popular de este año, del 7 al 18 de abril. Además, las figuras políticas participan poco en la coyuntura nacional y casi ni opinan sobre la gestión del actual régimen. A criterio de politólogos consultados por EXPRESO, esto se debe a que estos grupos y políticos están hibernando hasta los comicios de 2025, o están deslegitimados.

Así lo han evidenciado las últimas encuestas, sostiene Hernán Reyes, sociólogo, especialista en estudios culturales latinoamericanos y catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar. “En ellas se puede observar el repudio hacia los políticos y a las instituciones estatales”.

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De acuerdo con datos de Click Report, un estudio de abril reporta que el 83,32 % de la ciudadanía no confía en los partidos políticos. En cambio, la encuesta de marzo de la empresa de investigación Imasen expuso que el 82,4 % no confiaba en los políticos; así también desaprueban la labor del titular de la Asamblea Nacional (59,3 %), de la bancada del Partido Social Cristiano (64,4 %), de Construye (62 %), de la Revolución Ciudadana (57 %) y de Acción Democrática Nacional (47,3 %).

Todo esto, sumado a que en las organizaciones no hay procesos de democracia interna, ni de formación de nuevos cuadros y que la mayoría de ellas son agrupaciones electoreras que tienen dueños, ha afectado mucho su imagen ante la percepción ciudadana, generando ese nivel de descomposición de la política en Ecuador, explica Reyes. Además de que muchos “están siendo salpicados de una forma tan brutal” en las investigaciones que ha llevado la Fiscalía General del Estado, analiza Ana María Correa, politóloga, académica y coordinadora de Relaciones Internacionales de la Universidad San Francisco de Quito.

Por ello varios actores políticos, como los de la Revolución Ciudadana (RC), Partido Social Cristiano (PSC) y Construye no se inscribieron para participar en la campaña, aseguran Reyes y Correa. “No les conviene pronunciarse porque pueden salir mal parados si apoyan el ‘no’ y gana el ‘sí’ o viceversa.

 Efectivamente, eso les puede pasar factura”, indica Reyes, aunque RC y Acción Democrática Nacional (ADN), que no tiene personería jurídica ni está en la nómina aprobada por el CNE hasta enero pasado, han estado haciendo campaña virtual y presencial en contra y a favor de la consulta, respectivamente.

Podría ser que tienen su mirada puesta en los comicios presidenciales del próximo año, plantea Correa, por lo que tanto la RC como el PSC han preferido centrar sus energías en su defensa en las investigaciones judiciales, añade.

Sin embargo, esta aparente falta de oposición al Gobierno de Daniel Noboa nace de un “buen manejo” político, al evitar polarizar el espacio público, manifiesta Andrés Lozano, politólogo y director ejecutivo de la Fundación Gobernanza Participativa, logrando tener una oposición más llevadera. Esto, mediante las alianzas legislativas que ha hecho con RC y PSC, y a pesar de que en marzo existieron reacciones, estas no han sido un obstáculo para la gobernanza de Noboa, opina.

Pero la falta de pronunciamiento de los expresidenciables, como Yaku Pérez, Otto Sonnenholzner y Jan Topic, puede deberse, considera Lozano, a que en sus anteriores discursos expusieron la importancia de mantener la gobernabilidad.

Aunque también pudieron haber considerado que el obstruccionismo fue castigado en los comicios pasados, como en el caso de quienes no lograron la reelección legislativa, entre ellos Esteban Torres, Mireya Pazmiño o Virgilio Saquicela, ejemplifica el politólogo.

A pesar de ello, el expresidente Rafael Correa ha mantenido una oposición digital. También el dirigente indígena Leonidas Iza, quien ha permanecido en esa postura desde gobiernos anteriores y su accionar “no está relacionado con procesos electorales”, asevera Reyes. Pero las provocaciones y equivocaciones de Noboa, mediante los descalificativos que ha usado en contra de quienes critican su accionar, son “señales de que en el país no es posible el debate racional de ideas”.

Para la politóloga Correa, la figura de Noboa es muy frágil, por lo que debe fabricar enemigos en el discurso político porque sus cifras están declinando. “Debido a que la violencia no cesa (…), su discurso incide en que miremos a los supuestos opositores, más que en dar cuenta de lo que él está haciendo”.

Pero sus antagonistas fuertes aparecerán, advierte Lozano, luego de la consulta popular, cuando más se acerquen las elecciones generales del 2025.

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