El poligrafo antes del ascenso a una jefatura
Otros 37 policías fueron ascendidos luego de pasar pruebas de confianza.
Un cambio de mando marcado por compromisos y recordatorios. Así se dio el traspaso de ‘poder’ de la Comandancia de Policía de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) y el ascenso de oficiales a jefaturas del distrito.
Los discursos declamados por autoridades policiales y de Gobierno, en la ceremonia -realizada la mañana de ayer, en el Puerto Principal- recordaban a los policías que su compromiso de servicio es solo con la comunidad.
El general Édisson Barrera, comandante entrante, prefirió ser más específico. Mencionó algunas de las pruebas de confianza que tuvieron que pasar los policías promovidos.
“Estos oficiales -detalló- han cumplido un riguroso proceso de ascenso, un curso a distancia en el cual se ha puesto a prueba su calidad y gestión operativa... Y, por otro lado, han sido sometidos a un proceso de revisión estricto de su vida personal en la parte económica”.
Barrera recalcó que serán intolerantes ante hechos que involucren a policías con organizaciones delictivas y que para eso se realizan constantes investigaciones hacia agentes a su mando. En los últimos meses, decenas de policías han sido desvinculados por su implicación en actos delincuenciales.
El gobernador del Guayas, Julio César Quiñónez, se refirió a los nuevos retos que les esperan a los uniformados.
“Tenemos muchas tareas, entre ellas seguir con la recuperación de espacios públicos”.
La coronel Tanya Varela, comandante saliente, resaltó en su discurso la labor de los agentes que trabajaron durante su gestión. Según afirmó, le permitieron dirigir estrategias de seguridad que dieron resultados.
Luego aludió a la responsabilidad que implica ser parte de la institución.
“Compañeros, no se es policía por vestir un uniforme, o subirse en un patrullero, se es policía cuando se tiene la firme convicción de que con el aporte honesto y sacrificado de nuestro trabajo, generamos a nuestro prójimo el camino seguro donde podrá ejecutar libre ejercicio de sus derechos”.
Un cambio de mando marcado por compromisos y recordatorios. Así se dio el traspaso de ‘poder’ de la Comandancia de Policía de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) y el ascenso de oficiales a jefaturas del distrito.
Los discursos de las autoridades policiales y de Gobierno, en la ceremonia -realizada la mañana de ayer, en el Puerto Principal- recordaban a los policías que su compromiso de servicio es solo con la comunidad.
El general Édisson Barrera, comandante entrante, prefirió ser más específico. Mencionó algunas de las pruebas de confianza que tuvieron que pasar los policías promovidos.
“Estos oficiales -detalló- han cumplido un riguroso proceso de ascenso, un curso a distancia en el cual se ha puesto a prueba su calidad y gestión operativa... Y, por otro lado, han sido sometidos a un proceso de revisión estricto de su vida personal en la parte económica”.
Barrera recalcó que serán intolerantes ante hechos que involucren a policías con organizaciones delictivas y que para eso se realizan constantes investigaciones de agentes a su mando. En los últimos meses, decenas de policías han sido desvinculados por su implicación en actos delincuenciales.
El gobernador del Guayas, Julio César Quiñónez, covocó a los uniformados a “seguir con la recuperación de espacios públicos”.
La coronel Tanya Varela, comandante saliente, resaltó en su discurso la labor de los agentes que trabajaron durante su gestión. Según afirmó, le permitieron dirigir estrategias de seguridad que dieron resultados.
Luego aludió a la responsabilidad que implica ser parte de la institución. “Compañeros, no se es policía por vestir un uniforme o subirse en un patrullero, se es policía cuando se tiene la firme convicción de que con el aporte honesto y sacrificado de nuestro trabajo, generamos a nuestro prójimo el camino seguro donde podrá ejecutar el libre ejercicio de sus derechos”.
