La sede de la Senain está en la que fue casa de campo de William Isaías, uno de los expropietarios de Filanbanco.

La policia politica de la Senain vigila a civiles y grupos sociales

El gobierno de Rafael Correa instaló en el país un sistema de policía política propio de las autocracias. Ese sistema, que se sepa, no ha sido desmontado.

El gobierno de Rafael Correa instaló en el país un sistema de policía política propio de las autocracias. Ese sistema, que se sepa, no ha sido desmontado.

Hoy, el hallazgo de una cámara oculta en el despacho del presidente de la República ha dejado sin resolver una pregunta importante que tiene que ver con la autonomía de ese sistema: ¿a quién rinden cuentas los que espían al presidente? Lo que no está en duda es que esa policía política existe. O existió.

La Senain continúa operativa, pero a preguntas de este periódico no ha proporcionado ninguna información oficial sobre este tema. Según el decreto fundacional de este organismo, su plan de trabajo anual debe ser aprobado por el propio jefe de Estado.

Una serie de documentos obtenidos por la redacción de este Diario demuestra en qué consisten las actividades de esa policía política; a quién espían y de qué manera; en qué asuntos intervienen; cuál es su papel en los procesos eleccionarios... La premisa sobre la que actúa, recogida expresamente en los documentos, supone que defender la estabilidad democrática de la República implica espiar y tener bajo control a los opositores.

Los documentos, fechados entre 2010 y 2014, revelan que la policía política de la Senain espía a políticos de oposición y hasta de Gobierno, empresarios, periodistas, gremios de abogados, incluso tuiteros. Espía a movimientos sociales, agrupaciones ecologistas y organizaciones indígenas legalmente constituidas.

Monitorea actividades de recolección de firmas. Registra conversaciones y negociaciones entre partidos para establecer listas de candidatos. Informa sobre actividades de grupos opositores en cada provincia y plantea recomendaciones a autoridades, tales como los ministros de la Seguridad y de la Política.

En resumen: utiliza fondos del Estado para controlar a ciudadanos que cumplen actividades legítimas y dispone esa información al servicio del movimiento político del Gobierno.

También con fondos públicos se practicó vigilancia grabada y hackeos de cuentas personales, directamente prohibidas por el Código Penal.

Los documentos obtenidos por EXPRESO son de varias clases.

Hay fichas individuales de personas bajo vigilancia (desde Guillermo Lasso hasta Jorge Glas, pasando por la tuitera @basoledispa) con el registro de sus propiedades, sus transacciones mercantiles, sus viajes y movimientos migratorios, sus relaciones de parentesco relevantes... Hay informes de seguimientos de varios tipos, constantemente actualizados. Entre 2013 y 2014, por ejemplo, el proceso de recolección de firmas en contra de la explotación petrolera del Yasuní fue seguido minuciosamente y monitoreado hasta el mínimo detalle.

La organización Pachamama (que terminó siendo clausurada y expulsada por el Gobierno) también fue objeto de un seguimiento similar. En los informes respectivos, los voluntarios extranjeros que trabajaban en ella fueron catalogados como “tóxicos” y sus nombres remitidos a la Cancillería con la recomendación de privarlos de su pasaporte.

Hay un informe sobre la venta de Produbanco. Otro sobre el seguimiento de actividades de los periodistas de Teleamazonas, a quienes se pretende vincular con la sublevación policial del 30 de septiembre de 2010. Hay análisis de situación con recomendaciones a las autoridades civiles. Algunos plantean escenarios políticos tan inverosímiles que mueven a la risa. Por ejemplo, el informe titulado “Abandono del cargo presidencial”.

También hay informes de situación, por provincias (’Actores políticos del Guayas’; ‘Actores políticos de El Oro’; ‘Actores políticos de Esmeraldas’) que parecen más rutinarios y concluyen con recomendaciones a las autoridades civiles y diagnósticos sobre las personas o grupos cuya vigilancia debe ser reforzada.

Hay todo tipo de diagramas, esquemas, organigramas de esos que utiliza la Policía en las películas para graficar las relaciones de poder y dependencia al interior de una mafia, con fotografías y fechas.

Solo que en lugar de las mafias, la Senain dedicó su tiempo a seguir a los movimientos sociales y políticos legítimos. “Círculo de relaciones de Guillermo Lasso”, por ejemplo. O diagrama de integrantes de Fundación Ecológica y sus relaciones.

Luego de haberse descubierto una cámara de vigilancia instalada en el despacho presidencial, este tema adquiere el mayor interés para el debate público.

Diario EXPRESO inicia una serie en la que se expondrá, agrupados por temas, algunos detalles sobre este trabajo de vigilancia y sobre los alcances de la policía política del correísmo.