El rector de la Universidad de Guayaquil observa el hueco producido por la explosión.

La Policia esta autorizada para ingresar “en cualquier momento” a la Universidad de Guayaquil

Passailaigue constató los daños producidos por una nueva explosión. Pidió que se identifique a los responsables.

Aulas, oficinas y un centro de atención de enfermería fueron afectados por la detonación de un nuevo artefacto explosivo, colocado la noche del jueves 1 de agosto en una de las paredes externas de la biblioteca Dr. Alfredo J. Valenzuela de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Guayaquil.

Se trata de la quinta detonación que se registra este año en los predios de este centro de estudios superior, sin que hasta ahora se conozcan a los responsables.

El rector del alma máter y presidente de la Comisión Interventora para el Fortalecimiento Institucional (CIFI), Roberto Passailaigue, recorrió este viernes 2 de agosto, el área afectada junto a un grupo de técnicos. Allí anunció que la Policía tiene la autorización para entrar las veces que quiera a los predios universitarios. “En casos delictivos como estos, en casos terroristas, pueden ingresar en cualquier momento”, manifestó.

En el exterior de la biblioteca de Medicina se observó un orificio y una mancha de hollín; mientras que en el interior habían libros regados, computadoras destrozadas, sillas y pupitres dañados. Por efecto de la onda expansiva, hasta el acondicionador de aire sufrió averías.

La onda expansiva también causó daños en la oficina del decanato, en las aulas y en un centro de atención médica de la Escuela de Enfermería, así como en un bar ubicado en el centro del corredor.

Passailaigue recordó que este es el quinto atentado en lo que va del año. En febrero hubo dos explosiones con artefactos tipo camareta. El 7 mayo un auto fue incinerado por otro explosivo, en los parqueaderos de la facultad de Educación Física. Y el 29 de ese mismo mes, a pocos metros del sitio del atentado de este jueves, colocaron una bomba debajo del auto de una empleada de la facultad de Medicina.

El rector calificó al acto como “terrorista” y exhortó al Ministerio de Gobierno y a la Fiscalía a que intensifiquen las investigaciones para identificar a los responsables de estos actos subversivos.

Pidió a la Corte Nacional de Justicia, al Consejo de la Judicatura y a la Corte Constitucional, que en el ámbito de sus competencias, investiguen y sancionen a los operadores de justicia que colaboran con los procedimientos irregulares.

Además solicitó al Ministerio de Economía y Finanzas que entregue los recursos a la universidad para poder ejecutar el plan de emergencia para reforzar la seguridad interna en sus predios.

Dijo que la universidad debe recibir este año 17’800.000 de dólares para gastos de inversión, donde se incluiría el plan de seguridad, pero que solo le han entregado 150.000 dólares.

El plan, que forma parte de la declaratoria de emergencia en la universidad, involucra, entre otras cosas, la instalación de torniquetes y plumas en seis puertas, cámaras conectadas con el sistema ECU-911 y la reestructuración de la unidad interna de vigilancia.

Marcela Vélez, vicepresidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), pidió conocer los resultados de las investigaciones de las anteriores detonaciones y que las autoridades concreten medidas de seguridad. “Queremos sentirnos seguros en los predios universitarios”, acotó.

Mientras que Jean Carlos Intriago, dirigente estudiantil, recordó que en la universidad ya no se veían estos actos terroristas desde hace algunos años. “La comisión interventora lleva 10 meses en la universidad y todavía no puede lograr que retorne la calma en la institución”, manifestó durante una rueda de prensa que ofreció la dirigencia, minutos antes de que las autoridades de la universidad verifiquen los daños originados por la detonación.

Cerca del medio día trabajadores de la universidad procedieron a limpiar la zona afectada; mientras, una cuadrilla de policías, montados en bicicletas, realizaban rondas en los predios de la ciudadela Salvador Allende.