
Planificar un show popular se puede volver un drama
La duda y el temor rondan a productores de espectáculos y gestores culturales desde la publicación del proyecto de reforma tributaria.Esto porque indican que la ley que grava los shows públicos en los que participan extranjeros no residentes no
La duda y el temor rondan a productores de espectáculos y gestores culturales desde la publicación del proyecto de reforma tributaria.
Esto porque indican que la ley que grava los shows públicos en los que participan extranjeros no residentes no especifica si el dictamen aplica solo a espectáculos masivos o también a los shows en los que se presentan jóvenes que llegan desde otros países del continente para darse a conocer en Ecuador.
“Debe haber categorías, no se puede asumir que todos los espectáculos en los que participan extranjeros pueden pagar un impuesto estatal. En muchos casos se trata de grupos que están recorriendo el continente en bus y se presentan en salas donde a duras penas entran treinta o cuarenta personas”, comenta Aníbal Páez, director de teatro y principal facilitador de talleres en La Fábrica, entidad donde se presentan obras nacionales y extranjeras de danza contemporánea.
Con él concuerda Daniela Klein, productora de eventos en Quito y Guayaquil.
“Debe haber una exoneración cuando se trate de eventos culturales. Como está ahora, la ley no plantea categorías. Si se aprueba tal como está, eso puede tranquilamente establecer que se le cobra impuestos a todos los espectáculos que trabajen con extranjeros y eso obligará a que los artistas de fuera no quieran venir, o que en su defecto se tenga que pagar ese impuesto y el costo caiga sobre los ciudadanos y los boletos suban de precio”.
Klein añade que en la actualidad el costo de los espectáculos en el país sobrepasa el valor que se cobra en lugares como Perú y Colombia y añade que, en promedio, el ingreso a una obra, incluso de producción nacional, es de entre $ 20 y $ 25.
Asisclo Álvarez, director del Teatro Centro de Arte (TCA), no considera que el impuesto necesariamente deba elevar el costo de los boletos, pero sí concuerda con que el valor de la presentación pasará al artista extranjero que quiera llevar a cabo un espectáculo.
“Actualmente, nosotros enviamos la proforma en la que se incluye el detalle de los impuestos que se deben pagar y esto no será diferente. Hay que ver primero si el proyecto se aprueba y qué pasa tras la aprobación para poder establecer si afectará negativamente a los espectáculos”, opinó.
Añadió que pese al costo, todos los shows, tanto nacionales como extranjeros, continúan teniendo audiencia y añadió que, eso sí, el TCA invierte principalmente en producciones nacionales.
Otro tema que debería establecer la ley, indica Catalina Reyes, organizadora del ‘Funkafest’, un festival internacional de artes que se realizará en junio en el Puerto Principal, es si la ley es retroactiva.
“Nuestro evento ya está en proceso de planificación desde diciembre del año pasado. Añadirnos ahorita un nuevo impuesto nos sacaría totalmente de nuestro presupuesto. Además, se trata de un evento cultural que beneficia al país. Eso no debería penalizarse”, dijo.