Un plan para frenar el creciente impacto

Un plan para frenar el creciente impacto

En la Cruz Roja del Guayas, cada mes se detectan de ocho a diez casos de VIH y entre doce y quince de sífilis. Muchos de los contagiados se enteran por casualidad. La noticia les llega luego de recibir una llamada en la que les indican que en los exámenes a los que se sometieron como donantes voluntarios de sangre, hubo una novedad. Otros, en cambio, confirman la sospecha que los llevó por un análisis privado.

En el área de Asesoría de Pruebas Voluntarias para Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), desde el 2009 al 2015, se atendió a unas 11.000 personas. De estas, en más del 10 % salió reactiva (positiva) una ITS. “Eso es altísimo”, dice con preocupación Segundo Echanique, coordinador del programa de Salud y Desarrollo Comunitario de la Cruz Roja del Guayas.

Estas cifras, que ratifican que entre los más jóvenes está la mayor cantidad de casos (de 17 a 25 años), llevó a la institución a emprender un programa de prevención que arrancó en julio pasado y que se prolongará hasta marzo próximo. El objetivo es llegar con charlas a más de 3.000 estudiantes. Hasta ahora la capacitación se ha impartido en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, en la Casa Grande y en la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). Buscan que la población tome conciencia sobre los riesgos de las infecciones.

Por eso, en una capacitación de 45 minutos despejan las dudas de los jóvenes sobre las enfermedades más recurrentes, como el VIH, la sífilis, la hepatitis B, el herpes y el Virus del Papiloma Humano (VPH).

Entregan también trípticos a los chicos y hacen una especie de lotería o raspadita en la que los premios van desde portacondones y preservativos hasta pruebas gratuitas para conocer si padecen de una de estas infecciones.

Segundo Echanique, quien lleva trece años en la institución, dice que aunque en los colegios se capacita en estos temas, falta mucho. “En las intervenciones que hacemos en la universidad ahora, pero también en nuestras charlas, nos damos cuenta de que hay un total desconocimiento. Y en otros casos, están quienes aún sabiendo, no toman las debidas precauciones”, comenta.

No manejan temas básicos como el uso correcto del condón, algo que además deben aprender las mujeres. Aunque existe un preservativo femenino, es más caro y no se encuentra fácilmente. Sugiere entonces que ellas también tengan un condón masculino en su cartera.