El Plan Colombia

Ante el fracaso de los diálogos de paz con las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia - Ejército del Pueblo), en San Vicente del Caguán, a fines del siglo pasado, comenzó el Plan Colombia.

Para los ideólogos de izquierda y políticos “progresistas” de esa época y de la actual se trataba de la intervención militar del imperio norteamericano en plena violación de la soberanía nacional colombiana y la de los países vecinos: Ecuador y Venezuela. De acuerdo a la imagen del martillo y el yunque, las fuerzas militares colombianas y ecuatorianas convergerían en la frontera común para liquidar a los guerrilleros.

El Plan fue visto en cambio, por la mayoría de los colombianos, como la necesaria respuesta ante una amenaza que, gracias al poder y al dinero del narcotráfico, crecía cada vez más y podía sepultar la débil institucionalidad democrática del país.

Las despiadadas acciones de los guerrilleros en los frentes, su estrategia de secuestros y atentados con coches bomba a objetivos civiles y militares, su participación en los negocios de la droga, destruyeron para la opinión pública la imagen mítica del combatiente armado de izquierda.

18 años después, firmados los acuerdos de paz con las FARC, el próximo presidente de Colombia será en pocos meses Iván Duque, de la línea del expresidente Álvaro Uribe.

Colombia, con el apoyo estratégico, financiero y militar de los EE. UU. logró lo que entonces parecía imposible: doblegar una fuerza irregular de 20.000 hombres que dominaba un tercio del país.

El Plan Colombia, como señaló el Washington Post, no solo no perjudicó la soberanía nacional, sino que dio confianza a los colombianos en sus propias instituciones, empezando por las Fuerzas Militares.

En las circunstancias del país, sobre todo en la frontera norte, es necesario revisar las lecciones del Plan Colombia. Sin colaboración internacional no es posible en el siglo XXI asegurar soberanías nacionales. Sin instituciones fortalecidas, como las Fuerzas Armadas, y una estrategia global de seguridad, está en riesgo la supervivencia de todos.