Los asistentes al show ofrecido el pasado sábado en el Coliseo General Rumiñahui de Quito presenciaron un concierto doble, con mucho sabor colombiano.

Piso 21 y Fonseca ‘colombonizaron’ la capital

Nuestro país se ha convertido en uno de los principales receptores de la música colombiana. Los artistas tienen el poder de hacer bailar y cantar a diferentes tipos de audiencia.

Artistas de dos generaciones diferentes, pero con algo en común que no dejaron pasar por alto la noche del sábado en el show ofrecido en el Coliseo General Rumiñahui de Quito, sus recuerdos capitalinos cuando iniciaron su carrera. La agrupación colombiana Piso 21, acumula ya 13 años de trayectoria; sin embargo, ya desde hace 5 nadie los puede sacar del ‘ruedo’ musical.

En medio del espectáculo, que inició a las 20:45 con los cuatro integrantes en tarima, uno de ellos Dim, recordó que la primera vez que salieron de Colombia a cantar, fue a una discoteca de la capital. Y los recuerdos inundaron su cabeza ya que desde aquella vez, no habían visitado esta ciudad.

La explosión de energía que proyectaron los paisas durante una hora y 15 de interpretación dejó a los asistentes listos para lo que seguía: Fonseca.

En el intermedio de esto, los asistentes continuaban llegando hasta colmar por completo las graderías y sillas del recinto. A las 22:18, y con un cambio de luces y escenario, apareció el artista de 39 años vestidos completamente de negro, cantando su más reciente éxito Simples Corazones, nombre que también lleva el tour con el que viene recorriendo Latinoamérica y Estados Unidos desde el año pasado.

Fonseca más de una vez reiteró sus palabras de agradecimiento a la capital, y en un momento más íntimo sin música de fondo recordó también, como sus compadres de Piso 21, que esa tierra fue la primera que lo acogió con su música.

“Yo sé que ustedes saben lo que para nosotros significa esta ciudad y vuelvo y lo cuento una vez más cada vez que estamos en ella. Tocamos en un barsito, primer concierto fuera de Colombia, acababa de sacar salir el álbum Corazón, para ese entonces había salido Te mando flores y pensábamos que esa era la canción que más iban a cantar esa noche, pero nos llevamos la sorpresa que cantaban la gran mayoría”, reconoció.

Parejas de adultos y jóvenes bailaron hasta pasada la media noche. Al finalizar el concierto, se escuchaba entre los asistentes que salían, comentarios de satisfacción y alegría que les dejaron ambos artistas. No sabemos cuál es el secreto de los músicos colombianos, pero sí que cada vez que vienen a ofrecer shows, se ganan un poco más al público ecuatoriano.

No hizo falta El Llane

El 3 de febrero marcó un antes y un después para Piso 21. El Llane, unos de los vocalistas, dio a conocer su desvinculación de la agrupación para continuar su carrera como solista.

Mensajes de apoyo y otros de preocupación sobre qué pasaría de ahora en adelante se hicieron presentes en las redes sociales, pero ellos ya tenían todo planeado. Lorduy, un cantante y compositor urbano, ocuparía su puesto. Desde el viernes empezó la gira del 2019, con gran expectativa.

La capital fue testigo del tercer show de Lorduy, en el que bien acompañado y apoyado por Dim, Pablito y El Profe, logró un show de calidad, como los que siempre ha ofrecido Piso 21.

Musicalmente la banda se escuchó completa y Dim ha sido el que ha tomado un poco el liderazgo interactuando constantemente con el público y dando ese toque de energía que se necesita. No faltó un mensaje de solidaridad por la muerte de su colega Legarda, la semana pasada en Medellín. “No más violencia, no más balas perdidas”, dijo antes de interpretar Besándote.

Al finalizar la presentación, los cuatro se abrazaron y miraron arriba, como gesto de agradecimiento a Dios, mientras que el nuevo ‘hermanito’ como ellos le dicen, agradeció a Ecuador por esta cálida aceptación asegurando que es “una chimba de país”.

Vigencia y versatilidad

Sus canciones no pasan de moda, lo ha comprobado, y además ha sabido enganchar a públicos más jóvenes. Las visitas de Fonseca a distintas ciudades de Ecuador son constantes y asegura que cuando le toca Quito, la emoción es diferente. Con un renovado juego de luces y pantallas, el bogotano demostró que con el paso de los años, su reto es reinventarse. Se lo vio más bailarín y además, sus pasos se conjugaban con lo proyectado en los visuales, denotando una evolución en su performance.

El show atravesó por sus éxitos más populares, así como canciones románticas y totalmente acústicas, sin dejar a un lado el vallenato, que hizo que cada uno de los asistentes se pare a bailar. Fonseca una vez más, es bien recibido por este país.