
Pina: comerla y vestir con ella
Carmen Hinojosa creó y fundó Piñatex, empresa que elabora un material parecido al cuero con las hojas de la piña (anana), y es además CEO de Ananas Anam, compañía que vende el producto, nacido a raíz de una investigación sobre elaborados de fibra natural que esta española desarrolló en Filipinas, y en la que descubrió que con la piña podía conseguir un textil no tejido, unido entre sí a partir de las largas fibras que se encuentran en las hojas del fruto, un subproducto de su cosecha. Es decir que se trata de un tejido de alto rendimiento totalmente sustentable.
La tecnología patentada protege el proceso y el material acabado, que si bien se originó en Filipinas, su acabado y desarrollo se ejecutan hoy en España y en el Royal College of Art, de Londres, Inglaterra. Sus dueños plantean el uso de este cuero vegetal como alternativa al tradicional.
Los animales, ¡felices!
Piñatex es un cuero vegetal innovador hecho de los residuos de las fibras de hoja de piña que se producen en el proceso de cosecha. Una opción ecológica, sostenible y real al cuero animal. Para fabricarlo, las fibras de los residuos de la piña se cortan en capas y se procesan de diversas formas como textil, en diferentes espesores y texturas, similares al cuero. Con las hojas de 16 piñas se consigue un metro cuadrado de tela. Es más barato de producir que el tradicional. De su procesamiento se obtiene una biomasa que puede ser fertilizante y generar otros ingresos a los agricultores de la piña.
Vestir, curar, construir...
Hasta ahora el innovador producto ha sido descubierto y empleado por distintos diseñadores, que lo utilizan para la confección de bolsos. Además, las marcas Puma y Camper lo han probado en zapatos de muestra. El material también está generando gran interés en los mercados de accesorios y tapicería. Debido a sus propiedades antibacterianas, puede dársele usos médicos, como vendajes, y en la construcción para aislamiento de los edificios.
¿Y aquí, Milagro?
Ante tal posibilidad, Milagro tendría que revisar su postura, pues los horizontes de la piña parecen mejorar. Ese cantón guayasense, tradicional productor de esta fruta (su entorno y canciones lo dicen), le fue dando la espalda y reemplazándola por otros cultivos, según reporta la prensa nacional desde 2013 hasta este año. Incluso se reveló que la piña ya no llega de Milagro, sino del cantón Naranjito.