De pie

Tembló la tierra y se movieron nuestros corazones. Nunca me he sentido más orgullosa de decir “soy ecuatoriana”, como hoy. Saco pecho al enseñarle a mis compañeros extranjeros las perchas vacías en Mi Comisariato y Supermaxi. Cuánto he llorado viendo las fotos, oyendo testimonios. He visto tanto en tan poco tiempo. Fotos de lugares que sentía “míos”, que ahora solo vivirán en mis recuerdos. Y fotos de hombres arriesgando su vida para salvar otra. Desde lejos, acá en España no veía lo que estaba ocurriendo en mi país, sino lo que pasaba en mi casa. Cuando me preguntaron “tu familia en Ecuador ¿está bien?”, solo pude responder que Ecuador es mi familia. Mi familia. Y quiero agradecerles por hacerme sentir así. A ti, que sin tenerlo todo, reemplazaste tu lista del supermercado por una de donaciones y fuiste a ayudar a clasificar ropa y medicina. A ti, político que ayudas aunque te critiquen porque lo haces. A ti, chofer que arriesgas tu vida para llevar esperanza. A ti, doctor que pusiste en riesgo tu seguridad para sanar tu país. A ti, empresario que pones al servicio tu avioneta pero no dices tu nombre para que nadie sepa. A ti, vendedor, por tus pastelillos, aunque hayas creído que no era mucho, fue todo. A ti, migrante, que aunque estás lejos llevas en tu corazón a tu patria. A todos ustedes es para aplaudirlos de pie. Sí se puede Tri, y siempre se podrá. Por ti nadie se cansa. No importa cuántos terremotos tengamos que soportar. Aunque venga un terremoto tributario. Porque es cierto que un recorte más a nuestros ingresos puede ser mortal en algunas familias. Y es cierto que las donaciones se encarecen. Y tal vez, los más afortunados aún puedan costear consumos más elevados. Pero lo que realmente nos insulta es que a pesar de lo que hemos demostrado, crean que la solidaridad pueda ser impuesta. Y entiendo el sentimiento de querer llevar la contraria. Pero recuerden a quiénes estaríamos castigando realmente. Seguiremos dejando las perchas vacías, pero no nos dejen nuestras alcancías de ese modo. Ecuador, te amamos, y a pesar de todo, vamos a ponerte de pie.

colaboradores@granasa.com.ec