Celi- Contraloría- corrupción
El excontrarlor Pablo Celi va desde hoy a juicio dentro del denominado caso Las Torres.Ángelo Chamba/EXPRESO

Petroecuador y la Contraloría actuaban de forma coordinada

Las instituciones habrían sido usadas para conseguir beneficios económicos y extorsionar a contratistas. Hoy comienza el juicio en el caso Las Torres

Hacer de Petroecuador otra Contraloría. Ese habría sido el propósito del entonces contralor Pablo Celi cuando en agosto de 2018 cabildeó para que Pablo Flores sea el gerente de Petroecuador.

“Hablé con Lenín (Moreno) y le felicité por la designación de Pablo, le dije que somos amigos de muchos años y que quiero apoyarlo en todo lo que se pueda para que Petroecuador se convierta en otra Contraloría, sea fuerte y respetada por quien maneja la empresa. Te parece si vienes mañana a mi casa, Roberto, para comentarte más detalles…”. El mensaje fue enviado el 25 de septiembre de 2018 a Roberto Barrera, empresario y amigo de Celi. Supuestamente fue escrito por él, pero usó el teléfono celular de su sobrino Raúl de la Torre.

Aunque la autoría del mensaje es dudosa, y Raúl de la Torre sostiene que escribió su tío, hay otros textos que dejan ver el interés de ambas partes. Para los Celi, la prioridad era que Flores lidere la empresa de hidrocarburos. Para Flores, la relación con la Contraloría.

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“Lo nombraron gerente de Petroecuador a Pablo Flores. Pilas ahí, tengo un montón de temas por sacar. Él va a querer estar bien con mi tío de ley. Ahí, yo le doy las empresas para cobrar”, escribió el 9 de julio de 2018 Raúl de la Torre a Barrera, entonces su amigo.

“Roberto, buenos días. Le quería comentar que posiblemente mi nombramiento se dé esta semana... Clave tener una relación cercana con la CGE (Contraloría). Es sin duda una prioridad”, dijo Flores a Barrera el 6 de agosto de 2018.

Ya con Flores en Petroecuador, los objetivos habrían sido usar la empresa como una herramienta para chantajear a contratistas, como ya lo habrían hecho años atrás.

EXPRESO se contactó con el abogado de Celi, Marcelo Ron. No contestó llamadas, pero envió un mensaje: “Ese chat es falso, no fue enviado por Celi y eso quedó claro cuando el juez Córdova aclaró ese particular”.

Clave tener una relación cercana con la CGE. Es sin duda una prioridad.

Pablo Flores,
exgerente de Petroecuador

Pablo Encalada, defensor de Flores, sostiene que Raúl de la Torre se tomó el nombre de su tío y el de su cliente. “La Fiscalía hace elucubraciones para decir que había un interés común (entre Pablo Celi y Pablo Flores)... Estamos convencidos de que es un chat inventado por Raúl de la Torre, porque Pablo Celi y Pablo Flores ni se conocían. Se han visto tres veces en la audiencia de juzgamiento. La Fiscalía allanó su casa y revisó sus teléfonos. No encontró ninguna conversación entre Pablo Celi y Pablo Flores”.

Pero no solo en el expediente judicial consta cómo Celi y Flores actuaban coordinados.

“Raulito, entrégale a Johana todos los oficios enviados a la CGE (Contraloría) que me indicaste se hizo la semana pasada solicitando exámenes especiales a contratistas, entre estas NL (NoLimit)”, escribió Flores a Raúl el 3 de junio de 2019.

Diez días más tarde Raúl de la Torre fue arrestado en Estados Unidos. El motivo del examen especial habría sido presionar a NoLimit, porque se rehusaba a pagar las coimas exigidas a cambio de que Petroecuador le cancele las planillas por más de 20 millones de dólares.

Según su denuncia a la justicia norteamericana, Flores pidió 2 millones de dólares y 1,5 millones eran para repartir entre Raúl de la Torre, Pablo Celi y su hermano Esteban Celi.

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Las irregularidades que se dieron para aprobar los exámenes especiales contra NoLimit son otra muestra de la articulación de las dos instituciones.

Los dos últimos controles hechos a NoLimit no constaban en el plan anual de auditorías. Se tramitaron como “imprevistos”. El primero, en 2017, fue ordenado por Celi, subcontralor. El examen comenzó el 18 de octubre de 2016, pero a la empresa se le notificó 114 días después, lo que es ilegal.

En noviembre de ese año, Esteban Celi se habría contactado con los dueños de NoLimit para “ofrecer sus servicios” para que la firma no sea glosada.

El informe final se aprobó el 8 de marzo de 2017. Para ese entonces habían pasado 215 días de iniciado el control y por lo tanto la acción estaba caducada. Pese a que había expirado, Celi glosó a la empresa. Petroecuador, entonces con Álex Bravo en la cabeza, retuvo ilegalmente los pagos. A NoLimit se le pidió un soborno que fue pagado para liberar las planillas.

Para 2019 se intentó repetir la receta, pero esta vez NoLimit llevó el caso al FBI. Celi fue arrestado el 13 de abril de 2021. Pero desde la cárcel siguió manejando la Contraloría. En febrero pasado, la entidad aprobó un segundo informe contra NoLimit. Este tampoco estaba en el plan anual, fue otro “imprevisto”, e inició seis días después del arresto de Celi. La funcionaria que dirigió la auditoría fue posesionada en el cargo justo para el inicio del control.

La Contraloría solo indica que este examen se hizo como “un alcance” del primero.