Las personas deben saber discernir entre lo que es bueno y lo que es malo

Es común escuchar estos comentarios: “la televisión no aporta nada, todo es violencia”. Y los hijos preguntan ¿por qué lo dices? ¿Dime dónde esta eso? Entonces la respuesta de los padres es, por ejemplo: “esos ‘animes’ son violentos, las novelas no aportan nada, esos programas de narcotráfico afectan a la juventud, hacen que consuman drogas”.

Si bien es cierto, varios de estos programas sobre narcotráfico son basados en hechos reales, en los que observamos escenas de acción, de violencia, etc., en ningún momento dicen: “oigan dejen de estudiar, consuman drogas, sean sicarios, etc.”.

El punto es que siempre habrá un culpable, hace unos años se dijo que los ‘animes’ eran violentos o “malignos”. Ahora falta que digan que los filmes de acción son malos para los jóvenes. Yo no he visto a nadie matando como lo hace Jhon Wick, por ejemplo.

Entonces todo esto refleja que estamos ante una cacería, con el fin de encontrar ‘algo’ para hacerlo culpable de lo que sucede con la juventud. El que se quiere dañar lo hace solo, no necesita que se le aparezca una persona o ver un programa; para hacer algo malo. Hay que comprender una cosa, la televisión cumple tres premisas: informar, educar y entretener. Se desarrollan contenidos para todos los gustos; si son malos o buenos es otra cosa, pero se hace. En conclusión, ya no busquen más culpables.

Carlos Cordovez de la Gasca G.