
Los perros callejeros, en el limbo de lo legal
No hay cifras del número de perros y gatos que hay en el país. Tampoco una ley que norme su tenencia o que establezca medidas de control poblacional.
No hay cifras del número de perros y gatos que hay en el país. Tampoco una ley que norme su tenencia o que establezca medidas de control poblacional.
“Aquí no se ha hecho nada”, dice la presidenta de la fundación Protección Animal Ecuador (PAE), Lorena Bellolio, quien durante más de 20 años ha trabajado contra la proliferación de las mascotas abandonadas, perros y gatos callejeros, en Quito y otras ciudades.
Ella asegura que el problema es complejo, pero no por ello cree que la solución es matar a los perros callejeros para convertirlos en abono, como plantea el alcalde de Loja, José Bolívar Castillo. Una propuesta inadmisible para ella y para decenas de animalistas que, a través de las redes sociales, han salido en defensa de los perros o, como en Loja, en donde ayer hubo una marcha contra la criminalidad de las mascotas.
La solución tampoco es construir grandes albergues para los animales rescatados de las calles, asegura el concejal de Guayaquil, Josué Sánchez, que desde el año pasado trabaja con la fundación Rescate Animal en un proyecto de ordenanza sobre tenencia de mascotas en la ciudad.
Bellolio comparte la idea de Sánchez y asegura que la solución está en la atención de cuatro aspectos fundamentales: la promulgación de una ley, técnicamente desarrollada; la esterilización de las mascotas para evitar su descontrolada reproducción; la educación de las autoridades y la sociedad, y la veda reproductiva.
La responsabilidad, concuerdan, está en los gobiernos locales. En el caso de Daule, el alcalde Pedro Salazar (PSC) acepta que no hay ninguna ordenanza que norme la tenencia de mascotas, pero cree que lo primero que hay que hacer es crear conciencia en la sociedad porque hay mucha gente irresponsable que abandona a los animales a su suerte. “Ellos son los causantes del problema”.
En Quito hay una ordenanza, pero a criterio de los animalistas, la situación sigue igual.
En Guayaquil, el Municipio aprobó en 2004 una ordenanza que regula la protección, tenencia, control, comercialización y cuidado de animales de compañía, entre ellos los perros y gatos. Lo hizo meses después de que, en el 2003, el Ministerio de Salud emitiera un reglamento sobre tenencias de perros y gatos, en el que facultaba a los gobiernos cantonales a dictar ordenanzas.
El concejal Sánchez asegura que, desde el año pasado, está listo un proyecto de ordenanza que norma la tenencia de mascotas, pero que no ha sido presentada al concejo -para su debate- porque las organizaciones animalistas pidieron que se esperara que la Asamblea aprobara la normativa nacional.
En octubre de 2015, la Asamblea efectuó el primer debate del Código Orgánico de Ambiente en el que se incorporaron quince artículos del proyecto de Ley Orgánica de Bienestar Animal (LOBA). El segundo debate de ese proyecto aún no tiene fecha.
Mientras se espera la ley, cuenta Sánchez, el Municipio avanza en la elaboración de un censo cantonal de mascotas, que tiene como base el registro de 19.000 perros y gatos registrados el año pasado, a los que pronto se les entregará una credencial.
Paralelamente se trabaja en un plan piloto de censo y esterilización de perros y gatos callejeros y de los que sus dueños quieran, en un sector de la ciudad aún no definido, pero que podría ser la parroquia Pascuales. La intención es tener una idea de lo que ocurre en el resto.
En el proyecto de ordenanza del Municipio se plantea que, dentro de la Dirección de Salud, se cree una jefatura de cuidado y bienestar animal que se encargue de este problema.
¿Por qué?, Bellolio dice que la sobrepoblación animal puede llegar, en algún momento, a crear brotes de enfermedades y entonces la solución será el sacrificio de los animales.