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Ni Pep frena a Messi

Una vez más, el maestro Pep Guardiola se rindió ante su mejor alumno, Lionel Messi, quien ayer tuvo un partido excepcional en el que anotó tres goles y dio la asistencia para el último de Neymar -quien antes erró un penal-. Con esto el Barcelona suma p

Protagonista. El atacante del FC Barcelona, Lionel Messi, marcó tres de los cuatro goles en el partido y asistió a Neymar en el último. Detrás de su festejo está el brasileño Fernandinho.

Redacción Deportes

duenass@granasa.com.ec

Una vez más, el maestro Pep Guardiola se rindió ante su mejor alumno, Lionel Messi, quien ayer tuvo un partido excepcional en el que anotó tres goles y dio la asistencia para el último de Neymar -quien antes erró un penal-. Con esto el Barcelona suma puntaje perfecto, dejando a su rival de ayer, el Manchester City como único escolta.

El partido empezaba cuesta arriba para el Barça. Gerard Piqué y Jordi Alba dejaron la cancha por lesión, en los primeros minutos. Los ‘citizens’ encararon el juego con intensidad y presión en los primeros minutos. Estacionaba cinco futbolistas en la salida de los blaugranas, cortándole los espacios para asociarse.

Aquella fórmula iba a servirle a Guardiola por 17 minutos, cuando de un error compartido entre Fernandinho -que se resbaló- y Gundogan -que fue un espectador de lujo-, Messi agarró la pelota y lo dejó en el piso a su excompañero, el chileno Claudio Bravo.

El City era incisivo, y controlaba la pelota, muy al estilo Guardiola, pero la definición no era la que esperaba el entrenador catalán, quien se molestó en varios pasajes del juego.

Pero el responsable de la amargura de Guardiola fue el alemán Ter Stegen, quien salvó en tres ocasiones claras a los dirigidos por Luis Enrique. Le ahogó un grito a Nolito, otro a Gundogan y después otro mano a mano a Kevin De Bruyne.

En la antesala del segundo gol, Bravo cometió un error garrafal. Le regaló una pelota a Luis Suárez y luego evitó el gol al meter la mano fuera del área. Expulsado.

Con todos estos problemas, la idea atrevida de Guardiola desapareció por completo. Ya con el 3-0 la historia estaba definida y el DT de los ‘citizens’ lo sabía, su cara lo decía todo.

Un partido raro porque el City dominó y tuvo oportunidades, pero Messi afilado no perdonó y, de nuevo, Guardiola se va con las manos vacías del Camp Nou, la casa de ‘Lio’. SDP