Los peces chicos que todos quieren

Culminan cinco días de una pausa en la actividad política de los candidatos que siguen con su mira puesta en los grupos de ciudadanos, organizados en pequeños núcleos, que pueden sumarle votos en los más apartados rincones del país.

Culminan cinco días de una pausa en la actividad política de los candidatos que siguen con su mira puesta en los grupos de ciudadanos, organizados en pequeños núcleos, que pueden sumarle votos en los más apartados rincones del país.

Hacia aquellos conglomerados, agrupados en comerciantes minoristas, pescadores artesanales, jubilados, maestros, artesanos, agricultores, choferes han estado dirigidas las conversaciones y los diálogos, en las últimas semanas, porque creen que pueden marcan la diferencia en las urnas.

Allí está el 51 % de indecisos que definirá el resultado de las elecciones del 19 de febrero de 2017 y cuyas inscripciones de candidatos estará cerrada en trece días en el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Los diálogos comenzaron entre las grandes agrupaciones políticas con el objetivo de lograr alianzas fuertes que se traduzcan en la conquista de votos en las provincias con mayor población votante: Guayas, Pichincha, Azuay, Manabí, El Oro, Los Ríos...

Los diálogos apuntaron después a la captación de los movimientos provinciales, con registro electoral, que tienen a sus simpatizantes, y a los movimientos políticos que, aunque no lograron su inscripción, tienen una plataforma de seguidores también relevante.

Cada candidato tiene su lista de acuerdos electorales que, en algunos casos, han marcado la fragmentación de sus miembros que se traduce finalmente en el apoyo del mismo grupo a dos o más postulantes.

Hasta ahora, el movimiento Creando Oportunidades (CREO) de Guillermo Lasso es el que asegura haber amalgamado el mayor número de apoyo en las provincias con más de una treintena de agrupaciones políticas provinciales, cantonales y parroquiales.

El precandidato presidencial, quien en esta semana definirá el día de inscripción de su candidatura junto a Andrés Páez como aspirante vicepresidencial, tiene en agenda una serie de reuniones marcadas con las agrupaciones ciudadanas, similares a las que ya tuvo con empresarios y agricultores de varias provincias. Paúl Olsen, que se abrió de Centro Democrático para darle su respaldo y de una agrupación campesina, será uno de los vínculos con el llamado sector olvidado por el actual Gobierno. Pero también le apuesta al voto de los migrantes y ha escogido a cuatro de ellos para que, como candidatos a asambleístas, intenten engordar la simpatía de los residentes en el exterior, a través de sus asociaciones.

El oficialista Lenín Moreno, quien trata de no perder el voto de los migrantes, ha mostrado en el último mes que su prioridad son esos pequeños grupos organizados, con quienes ha mantenido reuniones en todo el país. Ha estado en diálogos con grupos de transportistas, microempresarios, pescadores artesanales y los afectados por el terremoto del 16 de abril.

El lunes en Guayaquil, mientras él estaba en Estados Unidos, un grupo de cañicultores, ganaderos y otras asociaciones campesinas del Guayas se reunieron en la Sociedad de Artesanos, con el coordinador de organizaciones sociales de Guayas, Xavier Navarrete, para expresarle su respaldo. “Vamos a escribirle a Lenín Moreno para que se reúna con nosotros porque queremos su compromiso de que luchará por el campesino”, dijo Navarrete.

Todos los candidatos saben el poder de lograr el apoyo de los pequeños grupos. En el caso del aspirante presidencial Paco Moncayo, del Acuerdo Nacional por el Cambio, los diálogos y los acercamientos con los grandes y los pequeños han estado liderados por Gustavo Larrea, Enrique Ayala Mora y otros miembros de un equipo negociador. Ellos continúan en la búsqueda de quiénes pueden darle fortaleza en los cantones y parroquias, aunque lo que se elegirá en febrero son presidente y vicepresidente de la República, parlamentarios andinos, y asambleístas nacionales, provinciales y de los migrantes.

“Tenemos muchos grupos que nos están apoyando, pero seguimos dialogando con todas las agrupaciones que podemos”, dice el precandidato presidencial de Fuerza Ecuador, Dalo Bucaram. Él asegura haber conseguido una decena de agrupaciones, que aunque no tienen registro electoral, poseen un peso en sus localidades. Ahora están en busca de las asociaciones.

Una mira que la precandidata presidencial Cynthia Viteri, de la alianza socialcristiana - Madera de Guerrero, no ha dejado de señalar en los múltiples recorridos en el país. Ya buscó a los microempresarios, a los transportistas y los jubilados. También a las mujeres, a las personas con discapacidad y los médicos.

En poco más de tres meses, que es lo que falta para los comicios de febrero, cada candidato sabrá si le apostó bien al pez chico.

La decisión de ir solos

Siete partidos y nueve movimientos nacionales inscritos y con registro en el Consejo Nacional Electoral (CNE) son los peces grandes en esta contiendan electoral en la que puedan participar otras 54 agrupaciones políticas provinciales.

Pero son los 84 movimientos cantonales y 14 parroquiales, los peces chicos, a los que los grandes intentan captar para ingresar a sus bastiones políticos. Después de ellos están esos 41 movimientos que no lograron inscribirse antes de que venciera el plazo.

Dos agrupaciones provinciales, con registro electoral, Conciencia Ciudadana Democrática (Azuay) y Frente de Lucha Ciudadana (Santa Elena) decidieron ir solos, con candidatos propios a asambleístas provinciales, porque no le convencieron los ofrecimientos de las agrupaciones nacionales.

Narcisa Gordillo, directora de Conciencia Ciudadana, dijo que hasta ahora no les ha sido posible lograr alianzas que les favorezcan.

El Frente de Lucha Ciudadana, que lidera el alcalde de Santa Elena, Dionicio Gonzabay, decidió que el periodista radical Carlos Cambala, encabece la lista de asambleístas provinciales.